Todos estos movimientos se manifiestan a favor de la autodeterminación étnica de regiones como Córcega, Bretaña y el País Vasco francés. Caroline Ollivro sostuvo que Francia es incapaz de organizar este tipo de referendos aunque esta opción está prevista por la Constitución del país galo.
"El presidente de Francia nunca los organizará porque teme sus resultados. La celebración de un referéndum que trate de una simple autonomía, sin hablar de la independencia, es imposible", dijo Ollivro a Sputnik.
Sin embargo, el Gobierno galo sigue manteniendo silencio sobre "esta cuestión geográfica tan simple", a pesar de que cada año se realizan encuestas que afirman que entre un 60 y 65% de los votantes aboga por la unión.
"Francia no es aquella unidad cultural e histórica como la pintan en los manuales escolares y en París. (…) Una Francia centralizada es una tradición centenaria que ahora se mantiene por la prensa que subestima la escala de los movimientos que abogan por la autonomía".
No obstante, no todos los políticos galos tienen el mismo enfoque sobre Cataluña.
Opinión: "El referéndum catalán no impulsará el separatismo en Europa"
"No siento que los franceses apoyen a Cataluña y menos que quieran seguirles [en este camino]. Incluso los vascos franceses, mis vecinos no lo quieren", señaló a Sputnik.
Por su parte, Gracia Dorel-Ferre, historiadora especialista en Cataluña, consideró que el problema del separatismo es asunto de toda Europa.
"Por ahora Europa no quiere ocuparse del estudio de este problema y es una lástima. El problema de etnias minoritarias abarca no solo a Lombardía, Cataluña o Córcega. Es más amplio. En Europa hay muchos países en que hay minorías con que los Estados tienen que ponerse de acuerdo […]. Es un real problema de Europa del que al fin de cuentas hay que ocuparse de una manera muy seria", explicó a Sputnik.