"Hemos trabajado muy fuerte para ver si logramos la instalación de una tercera planta de producción de pasta de celulosa, ¿porque nos guste la pasta de celulosa? No, porque genera puestos de trabajo", dijo Vázquez en una entrevista organizada por el gobernante Frente Amplio, de la que se conoció este 8 de noviembre un adelanto y que será difundida el 9 de noviembre.
La fábrica estaría ubicada en el departamento de Durazno (centro), muy cerca del poblado Centenario, y a cuatro kilómetros de la ciudad de Paso de los Toros, en el vecino departamento de Tacuarembó (centro-norte).
Si se concreta, este negocio determinará un crecimiento de más de dos por ciento del Producto Bruto Interno, un aumento de las exportaciones anuales de 1.000 millones de dólares, 8.000 puestos de trabajo, 120 millones de dólares en tributos, aumento del 10% en la producción de energía renovable y el impulso a la zona central y del noroeste del país, según un comunicado difundido el martes por la Presidencia.
Lea más: Reforma laboral en Brasil obliga a Uruguay a mejorar competitividad
El contrato firmado con UPM "establece que habrá un mínimo de 75% de trabajadores uruguayos" en la construcción de la planta, dijo este 8 de noviembre el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, al participar de un espacio de intercambio entre los estudiantes y egresados de la estatal Facultad de Ciencias con empresas nacionales.
En el contrato se identifican asimismo "las condiciones previas para la inversión industrial, así como las obras para el desarrollo de la infraestructura" entre las que UPM destaca especialmente "el desarrollo de una red ferroviaria y de carreteras" que implicará una "inversión total por parte del Gobierno de aproximadamente 1.000 millones" de dólares.
El Gobierno se compromete además a otorgar a la fábrica de UPM el estatus de zona franca una vez que concluyan las fases siguientes, que incluyen los estudios de impacto ambiental sin los cuales no se puede proceder a la autorización final.
En 2007 comenzó a operar la primera planta de celulosa en el país, entonces propiedad de la empresa finlandesa Botnia, que luego pasó a manos de UPM, cerca de la ciudad de Fray Bentos (suroeste), a orillas del río Uruguay, limítrofe con Argentina.
En 2009 se inauguró otra industria similar, Montes del Plata, en la localidad de Punta Pereira (suroeste) y sobre el Río de la Plata, propiedad de la chilena Arauco y de la firma sueco-finlandesa Stora Enso.
El proyecto actual supera en mucho a las plantas existentes, pues se espera que tenga capacidad para producir entre 1,9 y 2,4 millones de toneladas anuales de celulosa y por el volumen de la inversión, estimada en 2.000 millones de euros solo para la construcción de la fábrica, la mayor realizada por el sector privado en la historia de este país.