"Un sistema basado en fondos privados anularía la autonomía de los partidos políticos, y el beneficiario de suprimir una representación proporcional en el Congreso, que distorsiona mucho a favor del más grande, sería el partido gobernante que hizo la propuesta", dijo Crespo, autor del libro "Jaque al Rey".
"El PRI lograría el predominio en el Congreso y la vida pública al quitar todo el financiamiento a los partidos", advirtió el autor de una docena de libros sobre el sistema político mexicano.
Otra consecuencia negativa es que "la iniciativa privada, e incluso el dinero proveniente del crimen organizado, se apropiaría del control de los partidos políticos y de las campañas electorales", alertó Crespo.
La lógica de las contribuciones con dinero privado, que no sea sucio, es que "se ofrece siempre condicionado", lo cual aumenta el potencial de los conflictos de intereses que las recientes leyes anticorrupción intentan evitar.
Una reforma constitucional para anular los fondos públicos "legalizaría el condicionamiento de contratos, los favores de los funcionarios del Gobierno a cambio de prebendas, con lo cual se acaba la autonomía política de los funcionarios públicos", dice el investigador.
Dinero envenado
Una iniciativa prudente consiste en el financiamiento equitativo, de 50% con fondos públicos y otro 50% de fondos privados, explicó Crespo.
"Pero las fuerzas políticas en el Congreso no las han querido aprobar", lamentó.
Finalmente, los fondos del presupuesto federal que sean suprimidos, serán administrados por el Gobierno federal y los gobiernos de los 32 estados.
El investigador estima que esa sería una ventaja adicional para el PRI, que controla el poder Ejecutivo y la mayoría de los gobiernos provinciales.
Lea también: Ciudad de México reconstruirá 500 edificios por ser inhabitables tras sismo
"Me extraña que el FCM se haya ido por ese camino, sin medir que favorece al partido gobernante", acotó.
La izquierda, puntualizó Crespo, tampoco calcula que un sistema basado el dinero privado, "el más beneficiado también sería el PRI y el opositor Acción Nacional (PAN, centroderecha), porque los empresarios coinciden más con sus plataformas políticas".
Sobrerrepresentación
El PRI propuso reducir de 500 actuales a 300 los diputados del Congreso (uno por cada una de las 300 circunscripciones electorales), y acotar el Senado de 128 curules actuales a 64, dos senadores electos en forma directa en los 32 estados de la república mexicana.
"Los sistemas de mayoría simple como los que existen en EEUU y el Reino Unido, con todos los asientos legislativos ganados por mayoría (en sus distritos), genera una gran sobrerrepresentación de los partidos más grandes", en contra de la oposición, acotó el experto en política.
Con los resultados de 2015, "la reforma del PRI le daría casi 60% del Congreso, con el mismo 36% logrado hace dos años", junto con los aliados del oficialismo.
"Un sistema parlamentario como los que existen en Alemania y otros países de Europa o India son más equitativos", comparó.
Una reacción populista
Ante la crisis de los sismos, la inconformidad de la sociedad civil precipitó a la oposición a plantear la utilización del financiamiento público a los partidos para la reconstrucción.
Según Crespo, "la gente no conoce las fórmulas electorales y le parece bien que le quiten todo el dinero público a los partidos, pero no mide las consecuencias", concluyó.
Las elecciones generales de julio de 2018 renovarán el Congreso una tercera parte de los gobiernos estatales y la presidencia de la República.