"Con unos 421.000 rohinyás llegados desde finales de agosto, los problemas humanitarios se han vuelto inmensos", según la portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) para Asia Pacífico, Duniya Aslam Khanen.
Muchos refugiados fueron azotados por el frío y la lluvia durante la huida y están enfermos. También se quejan de haber pasado hambre durante 10 días de caminata.
Según ACNUR, hay una necesidad urgente de instalar en el campamento más letrinas, entre otras razones para evitar la propagación de enfermedades entre tantas personas que viven hacinadas.
Entre los refugiados que llegaron de Birmania a Bangladés en los últimos 25 días hay más de 250.000 niños, según Unicef, incluyendo a unos 14.000 menores de cinco años que sufren de inanición.
Asimismo, la Misión de Investigación de la ONU para Myanmar (Birmania) empezó a estudiar las denuncias sobre los abusos perpetrados contra los musulmanes rohinyás que huyeron a Bangladés.
"Hemos enviado de manera urgente un equipo a Bangladés para que recopile información y verifique las denuncias (sobre violaciones de los derechos humanos)", dijo ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas el presidente de esa misión, el indonesio Marzuki Darusman.
"Iremos donde nos lleven las pruebas", aseguró Darusman y añadió que la "misión está abierta a todas las fuentes de información".
La misión fue creada en marzo para buscar evidencias de las violaciones de los derechos humanos cometidas por las autoridades y las fuerzas de seguridad birmanas desde 2011, especialmente en la provincia de Rakáin.
El organismo pidió al Gobierno birmano "acceso pleno y sin impedimentos" para cumplir su mandato.
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El diplomático recordó que el 25 de agosto se produjo un ataque terrorista en Rakáin y las autoridades están tomando medidas proporcionadas.
Htin Lynn subrayó que su Gobierno continuará buscando las vías para resolver el problema de los rohinyás junto con los actores regionales e internacionales.
La violencia se desató el pasado 25 de agosto después de que el grupo insurgente 'Ejército para la Salvación Rohinyá de Arakán' (ARSA, considerado terrorista por el Gobierno birmano) atacara varios puestos policiales y cuarteles militares en este estado, los enfrentamientos dejaron más de 400 muertos.
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Los rohinyás se establecieron en Arakán (antiguo nombre de Rakáin) a finales del siglo XIX y a principios del XX, durante la época colonial cuando los británicos alentaron su traslado desde Bengala Occidental a un territorio con escasa mano de obra agrícola.
Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana de unos 1,1 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.