Paralelamente, París trató de firmar un acuerdo intergubernamental que significaría de facto la adquisición de los productos del consorcio francés Dassault al margen de las licitaciones.
Vautravers explicó que los cazas Rafale tienen una ventaja importante frente a los F-35 estadounidenses: su precio. El analista añadió que el primero es un avión de la generación anterior, de manera que su uso es también más sencillo.
En licitaciones como esta, la decisión final acerca de la adquisición de aviones militares tiene un marcado carácter político en países como Francia, Suiza o Bélgica, aclaró el especialista. En este caso, se trata de una adquisición que se traduce en la cooperación militar durante varias décadas.
Lea más: Alemania, recelosa ante la compra de los F-35
"Es evidente que los factores que influyen sobre la decisión no son solo las características del caza, sino también criterios de carácter estratégico y político", declaró Vautravers.
Vautravers subrayó que Bélgica siente una notable presión, dado que Dinamarca y Países Bajos ya han adquirido los F-35. El entrevistado destacó que el precio de un equipo de F-35 no debió haber superado los 30 millones de dólares.
Más aquí: Presentan nuevo F-35… italiano (fotos)
Los precios, no obstante, se han desbocado hasta los 160 millones de dólares por unidad. En este sentido, incluso los países que ya han adquirido los F-35 no pueden pagar por ellos, concluyó.