"Argentina está manteniendo conversaciones en relación a su candidato a la CIDH para negociar una postura muy preocupante que tiene que ver con los derechos del colectivo LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales)", señaló la directora del equipo de trabajo internacional del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Gabriela Kletzel.
Organizaciones de derechos humanos presentes en la 47 Asamblea General de la OEA (Organización de los Estados Americanos), que se celebró desde el lunes y hasta el miércoles en México, alertaron al CELS sobre la estrategia de Argentina para lograr el apoyo de su postulante a la CIDH.
En esos diálogos informales que tienen lugar durante la última jornada de la Asamblea, Argentina estaría intentando conseguir que "algunos países del Caribe apoyaran la candidatura de De Casas", detalló Kletzel.
En contrapartida, el Gobierno de Mauricio Macri mantendría "una posición débil en la discusión sobre la resolución que se está discutiendo en materia de derechos de las personas LGTBI", añadió.
La Asamblea General de la OEA está eligiendo a tres de los seis candidatos presentados por algunos países para integrar la Comisión Interamericana, dependiente de este organismo.
En paralelo, la OEA debate la incorporación de un capítulo sobre "Derechos humanos, orientación sexual, identidad y expresión de género" para ser añadido a la resolución que promulgará sobre "Promoción y protección de derechos humanos".
El Gobierno de Mauricio Macri "estaría tratando de sacar provecho de esa situación para lograr la elección de De Casas, lo que sería muy grave, porque implica una elección contraria a los derechos humanos fundamentales", aseguró la integrante del CELS.
Candidato bajo sospecha
El pasado mes de febrero, la entonces ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, propuso en nombre del Estado argentino al abogado Carlos Horacio de Casas para sumarse a la CIDH.
"Desde entonces, cuando se anunció de manera inconsulta su candidatura, pudimos rastrear sus antecedentes, que eran poco conocidos porque no tenía una trayectoria en términos de derechos humanos", detalló la directora del CELS.
Ese mismo mes, más de 130 entidades de derechos humanos y de la sociedad civil impugnaron ante la Cancillería a De Casas, por considerar que su perfil era inadecuado para la CIDH.
"Como abogado de derecho penal económico se dedica a temas vinculados con la defensa de empresas y no a cuestiones relacionadas con la lógica de los sistemas internacionales de protección de los derechos humanos" ejemplificó Kletzel.
Abogados de su estudio jurídico han representado a empresas mineras enfrentadas con las comunidades indígenas de Guatemala.
De Casas ha realizado declaraciones públicas desfavorables sobre las personas LGTBI, además de pronunciarse "en contra de la garantía del derecho de libertad de expresión al oponerse a la derogación del delito de desacato, una medida que se produjo en Argentina en 1994 a través de un acuerdo de solución amistosa que se arribó en la CIDH", añadió.
En entrevistas periodísticas, el letrado argentino también ha dado datos falsos sobre uno de sus clientes, el militar condenado por delitos de lesa humanidad Enrique Blas Gómez Saa.
Dos expresidentes de la CIDH, Robert Goldman y Juan Méndez, han enviado una carta al presidente Macri para que se retire la candidatura de De Casas.
Posteriormente, 63 académicos han objetado su postulación ante la Cancillería argentina.
"Es desconcertante no sólo que sostengan, sino que promueva su candidatura", concluyó la integrante del CELS.
Un panel internacional de expertos independientes también ha analizado las seis candidaturas que se presentan para conformar la CIDH y sólo ha cuestionado una de las postulaciones: la de De Casas.