Según la agencia AFP, el jefe del Pentágono agregó que no excluye la posibilidad de una confrontación con China.
Esta no es la primera vez que resuenan advertencias alarmantes respecto a la posibilidad de que Pekín y Washington comiencen una guerra en el mar de China Meridional.
Anteriormente, el consejero de Donald Trump, Steve Bannon, auguró que una confrontación entre China y EEUU pudiera producirse en este rincón del mundo en los próximos diez años.
Presencia militar
China y EEUU regularmente despliegan sus buques de combate en las aguas disputadas en el mar de China Meridional. Hasta ahora, las partes se han limitado a intimidarse. No obstante, cualquier fallo podría desembocar en una confrontación armada.
Ignorando el descontento de Washington y sus vecinos, China sigue construyendo islas artificiales en el mar de China Meridional. En mayo de 2017, Pekín desplegó en el arrecife Yongshu Jiao sus lanzadoras de misiles, las cuales deberían impedir el acercamiento de los submarinos vietnamitas hacia el archipiélago.
El 26 de mayo, otro inquietante incidente se produjo en la región. Dos cazas chinos J-10 se aproximaron a una distancia peligrosa del avión estadounidense P-3 Orion.
¿Por qué ambos países tienen tanto interés en el mar de China Meridional?
Dicho interés se puede explicar mediante varios factores. El primero de ellos es que por el mar de China Meridional pasan rutas a través de las cuales se exportan hidrocarburos de los países de Oriente Próximo a EEUU y a los Estados de la cuenca del Pacífico.
Además, abundantes yacimientos de petróleo fueron descubiertos en la plataforma de las islas Paracelso y en el archipiélago Spratly. Actualmente, el mar de China Meridional cuenta con unas reservas de oro negro de 11.000 millones de barriles aproximadamente.
El politólogo Leonid Krutakov sostuvo a la cadena rusa RT que incluso los planes de Donald Trump de reducir la dependencia de Washington de las importaciones de hidrocarburos a costa de la intensificación de la exploración de los yacimientos estadounidenses no ayudará a mejorar las relaciones con Pekín.
"EEUU siempreha necesitado más energía, por lo que ocupa el primer lugar en cuanto a las importaciones de hidrocarburos se refiere. Incluso, si Washington decidiera recuperar la exploración de todos sus yacimientos, el país igualmente seguiría importando petróleo y gas", enfatizó.
El nacimiento de una potencia naval
China no solo consolida sus posiciones en el mar de China Meridional sino también incrementa el potencial de su Armada.
Actualmente, Pekín construye submarinos adicionales y eso sin contar con el hecho de que China ya goza de una flota de 75 sumergibles. Para comparar, la Armada de EEUU tiene solo 70 submarinos. Sin embargo, China tiene una desventaja en cuanto al número de portaviones. El país asiático tiene solo dos portaviones, mientras que EEUU dispone de diez.
Desconfianza en los aliados
Otro factor que podría contribuir a la incertidumbre respecto a la paz en la región es la política aplicada por parte de los aliados de EEUU, cuyos intereses Washington está defendiendo.
El presidente filipino Rodrigo Duterte ha cambiado en los últimos meses su posición respecto al problema vinculado con la soberanía sobre las islas en disputa.
"En el futuro será más difícil para Washington encontrar aliados entre los países con un bajo nivel de desarrollo económico, ya que estas naciones están más interesadas en atraer inversiones chinas", afirmó el investigador principal del Instituto de Estudios del Oriente Lejano, Alexandr Lómanov.
Presagio de una gran guerra
De acuerdo con Krutakov, la confrontación entre China y EEUU seguirá creciendo a medida que ambas partes se preparen para una posible guerra. Uno de los principales pasos hechos en esta dirección fue el despliegue por parte de EEUU del sistema de defensa antimisiles THAAD en Corea del Sur.
"No solo Steve Bannon sino también Jacob Rothschild habló de que hoy en día el mundo se encuentra en el umbral de la Tercera Guerra Mundial. Discrepancias extremadamente serias se han acumulado en la economía mundial y estas discrepancias son aún más profundas que las que había antes de la Segunda Guerra Mundial", afirmó Krutakov, a la vez que subrayó que el principal factor que frena este desenlace actualmente son las armas nucleares.
Sin embargo, como explica Lómanov, la historia demuestra que la presencia de relaciones económicas entre dos países nunca ha sido una garantía de paz. "De lo contrario no hubiese existido ni la Primera, ni la Segunda Guerra Mundial ", concluyó el experto.