En caso de que el precio del combustible en Europa disminuya, EEUU será incapaz no solo de incrementar los suministros de gas al viejo continente, sino de mantenerlos. "Parece que en el país norteamericano ya están al tanto de esta situación", informa la revista rusa Expert.
Según el informe publicado por el Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia, el crecimiento de los precios de gas en EEUU, junto con su reducción en Europa, podrían poner punto y final a los planes de EEUU de garantizar "una buena alternativa al gas ruso" en el continente.
Rusia sigue siendo el proveedor de gas más fiable de Europa, de acuerdo con Mark Goykhman, analista de la empresa rusa TeleTrade.
Hoy en día, cuando los precios oscilan entre los 3,6 y 4,9 dólares por millón de BTU en EEUU y los 4 dólares en Europa, todos los suministros del país norteamericano se hacen desventajosos y como consecuencia se desvanece la esperanza de que el gas natural licuado estadounidense algún día pueda sustituir al gas ruso.
Por su parte, Alexandr Raksha, economista de la empresa consultora NEO Tsentr, opina que la subida de los precios del gas natural licuado en el Henry Hub de EEUU contribuye a que los productores y distribuidores también suban sus costos. Al agregar el valor del flete, se obtiene un precio final muy elevado.
"En otras palabras, las empresas estadounidenses se quedarán sin ingresos y para que su producción sea rentable tendrán que influir en el mercado y regular los precios del gas. Estas medidas causarán daño a la industria gasística del país norteamericano, que tendrá que elegir entre sufrir pérdidas en aras de mostrar una imagen de exportador de GNL asequible o ganar dinero", considera el experto.
Al mismo tiempo, la necesidad de gas ruso por parte de Europa, la cual se está recuperando de una crisis, va a aumentar paulatinamente, ya que la producción propia dentro de la UE no será capaz de satisfacer la demanda, subrayan los periodistas de Expert. A este respecto, el Centro Europeo para la Seguridad de la Energía y los Recursos señala que la diferencia entre el consumo y la producción alcanzará los 90.000 millones de metros cúbicos para el 2035.
"En cuanto a Gazprom, los representantes de la empresa en estas circunstancias obtendrán un ventaja adicional en las negociaciones con sus colegas europeos relacionadas con el Nord Stream 2", afirma Raksha.
De acuerdo con el especialista, la experiencia de los últimos años ha enseñado a los europeos que comprar gas a Rusia sale más barato que comprarlo de EEUU.
Además, una vez puesto en servicio el Nord Stream 2, se asegurará los suministros constantes y los países europeos no tendrán que gastar mucho dinero en la construcción de puntos de recepción y de refinación adicionales.
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