"Todos sabemos que desde el final de la Guerra Fría, Estados Unidos optó por una nueva estrategia: busca dominar el mundo. Incluso lo declara abiertamente. Miren las directivas de los presidentes estadounidenses que le permiten librar guerras", observa Wimmer.
El ex alto funcionario asegura que la preocupación de las personas sobre una Tercera Guerra Mundial es justificada. Además, según Wimmer, muchos observadores señalan que "nuestra trágica situación actual es muy similar a la crisis de los misiles cubanos".
Opinión: "Estamos en la Tercera Guerra Mundial pero fragmentada en pedacitos"
"¡Hay que ponerle fin a esto! Ahora ha surgido una buena oportunidad para apelar a la razón", manifiesta.
El experto considera que ahora como nunca se debe celebrar una reunión entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el mandatario de EEUU, Donald Trump.
"Todas las personas están deprimidas, calladas y preocupadas, exactamente igual que en Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, según las descripciones de los observadores internacionales. Todos los habitantes en la Tierra se sienten así, porque el comportamiento del presidente de Estados Unidos al estilo Rambo, por desgracia, pone el mundo ante un hecho consumado".
Wimmer advierte que las acciones de Estados Unidos podrían obligar a muchos países a sentirse provocados.
Sin embargo, el político alemán espera una reacción equilibrada por parte de Rusia.
¿Por qué los #S400 no reaccionaron frente al ataque de #EEUU en #Siria? https://t.co/ZRotMHduVm pic.twitter.com/ssFZyyvOCz
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 8 апреля 2017 г.
Wimmer asegura que los conflictos internacionales son alimentados también por los medios occidentales, de los que resulta imposible fiarse.
"Durante décadas, nos involucran en conflictos. Los medios de comunicación occidentales nos engañan. Hoy nadie va a dar ni un centavo por lo que dicen sobre el tema los ARD, ZDF, CNN, BBC y otros. Lo cierto es que estos medios sirven a la mentira", asegura.
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"Desde 1990 ha habido tantas mentiras. ¡Es horrible! No importa contra quien se aplique —contra Irak o contra Yugoslavia— este patrón lo vemos en la política exterior de Estados Unidos desde los tiempos de los puertos habaneros en 1898 y la explosión del USS Maine. Son trucos fabricados de 'banderas extranjeras' que les dan derecho a atacar a otros. Así que, si no lo detenemos, ¡nos espera algo muy malo! Esta es una conclusión inevitable".