Para poner en práctica esta decisión hace falta desplegar sistemas de defensa antiaérea adicionales con el fin de resguardas las principales instalaciones en Siria, señala el periodista.
Tras el ataque estadounidense del 7 de abril, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso Ígor Konashénkov anunció la posibilidad de emprender este paso.
"Con el fin de proteger los objetos más sensibles de la infraestructura siria pronto se implementará una serie de medidas para fortalecer y mejorar la eficacia del sistema de defensa aérea de las Fuerzas Armadas sirias", sostuvo.

Otras consecuencias pueden ser más graves, advierte el autor del artículo.
"Los siguientes ataques contra Siria podrían conducir a un enfrentamiento directo entre Rusia y Estados Unidos de inimaginables consecuencias".
Lea también: Moscú sacará conclusiones para las relaciones con EEUU tras el ataque en Siria
Krámnik opina que el ataque estadounidense se debe en gran parte a la agenda de la política interior. No obstante, este método de ganar puntos políticos puede costarle a Donald Trump sus esperanzas de normalizar las relaciones con Rusia, añade.
Asimismo, el autor destaca la 'mejoría' en la justificación del uso de la fuerza por parte de EEUU.
"Si en 2003 la Administración Bush intentó, al menos, presentarle a la ONU evidencias de las supuestas armas de destrucción masiva en Irak; en 2017, la versión sobre la culpa de Asad en el uso de armas químicas fue adoptada de manera unilateral e incondicional", observa el columnista.
Más: El ataque de EEUU en Siria simboliza rechazo de Donald Trump a la ONU
En 2013 se llegó a un acuerdo sobre la eliminación de las armas químicas sirias, que fue cumplido en su totalidad. Desde aquel entonces, las Fuerzas Armadas de Siria no disponen de este tipo de armas.
La madrugada del 7 de abril, EEUU lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk desde los buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de Shairat, en la provincia siria de Homs.
De acuerdo con el gobernador de Homs, el ataque estadounidense causó siete muertos, incluidos dos civiles.
Rusia calificó el bombardeo de EEUU como un acto de agresión y anunció la suspensión del memorándum firmado con Washington para prevenir incidentes aéreos en ese país de Oriente Próximo.