"Más de cien personas murieron allí, entre ellos 50 menores", afirmó Erdogan al intervenir en un mitin en la ciudad turca de Bursa.
En su discurso se dirigió al presidente sirio, Bashar Asad, a la ONU y al mundo.
"Oye, asesino Asad, ¿cómo te esconderás de esto? Oye, mundo y la ONU, ¿cómo lo vais a expiar?", preguntó Erdogan.
El portavoz del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric, afirmó que su organismo no puede confirmar que en Idlib tuviera lugar un ataque químico.
Los medios informaron además que el hospital que atendía a los afectados por el ataque tóxico fue bombardeado y considerablemente dañado.
Una fuente de las Fuerzas Armadas de Siria afirmó más tarde que el Ejército sirio no tiene armas químicas y el ataque fue realizado por la propia oposición para lanzar una campaña propagandística contra las tropas gubernamentales.
Siria se unió a la Convención sobre las Armas Químicas después de que en agosto de 2013 en el arrabal damasceno de Guta Oriental varios centenares de personas fueran víctimas de un brutal ataque químico.
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Su renuncia a las armas químicas fue resultado del acuerdo de EEUU y Rusia sobre la destrucción de esos arsenales bajo control de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), lo cual permitió evitar la intervención de Estados Unidos en Siria y le granjeó a la organización el Premio Nobel de la Paz 2013.
Las armas químicas fueron evacuadas del territorio sirio y en enero de 2016 la OPAQ anunció su total destrucción.