"Ayer (3 de abril) tras el ataque químico lanzado por la aviación siria en la zona de Idlib, contactamos de manera urgente con las embajadas de Rusia e Irán en Ankara y llamamos la atención de nuestros socios de que este ataque atroz representa una violación grave del armisticio, al recordar que estos dos países son sus garantes", apunta el comunicado.
El texto señala que el ataque químico en Idlib pone en riesgo la solución del conflicto en Siria, por lo que Irán y Rusia deben indicarlo a las autoridades sirias.
Siria se unió a la Convención sobre las Armas Químicas después de que en agosto de 2013 en el arrabal damasceno de Guta varios centenares de personas fueron víctimas de un brutal ataque químico.
Su renuncia a las armas químicas fue resultado del acuerdo de EEUU y Rusia sobre la destrucción de esos arsenales bajo control de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), lo cual permitió evitar la intervención de Estados Unidos en Siria y le granjeó a la organización el Premio Nobel de la Paz 2013.
No obstante, en el junio de 2016 el Departamento de Estado de EEUU publicó un informe que acusaba a Siria de seguir empleando armas químicas contra sus propios ciudadanos y que podría seguir almacenando armamento químico.
Por su parte, el entonces Alto Representante Interino de la ONU para Asuntos de Desarme, Kim Won-soo, declaró que los expertos de Naciones Unidas siguen sin poder confirmar la total destrucción en territorio de Siria de las instalaciones para la producción de armas químicas.