"Espero que en primavera se produzca una revisión de la doctrina nuclear", apuntó,
A juicio de Goldfein, la nueva revisión abarcará todos los componentes de la tríada nuclear: los misiles balísticos intercontinentales lanzados desde silos, los bombarderos estratégicos y los cruceros submarinos. También se llevarán a cabo discusiones sobre "las cabezas nucleares, su potencia y la cantidad requerida" además de "las consultas sobre la contención en el siglo XXI".
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No obstante, según expertos militares, la nueva arma no solo contará con una alta precisión sino también tendrá un alcance aumentado y será capaz de planear. Gracias a su pequeño tamaño, la B61-12 podrá instalarse en aviones tácticos tales como F-15E, F-16, Tornado, B-2 y B-21. Además, debido a sus ojivas de potencia disminuida —de hasta 50 kilotones— podría utilizarse en el campo de batalla sin causar daños desastrosos a los alrededores.
Según Mijaíl Aleksándrov, experto del Centro de Estudios Políticos y Militares del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú, después de la disolución de la URSS, EEUU creía que Rusia "se desintegraría con el tiempo", por lo cual las armas nucleares no serían necesarias.
Además, más tarde, a principios de la década de los 2000, Washington "dispuso de una superioridad significativa de armas convencionales sobre Rusia", mientras que otros países no fueron capaces de desafiar el dominio de EEUU.
"Como resultado, Washington quedó convencido de que las armas nucleares habían perdido relevancia. Además, […] fue firmado el START III con Moscú", detalló Aleksándrov, citado por Svobodnaya Pressa.
Además, refiriéndose a las armas estratégicas estadounidenses, Aleksándrov subrayó que los misiles nucleares de lanzamiento terrestre LGM-30 Minuteman "se habían vuelto obsoletos", mientras "la fiabilidad de los misiles balísticos intercontinentales para submarinos Trident" también "se había puesto en duda".
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El arsenal nuclear de Rusia, además de las bombas, cuenta con los sistemas de misiles Iskander-M de 400 kilómetros de alcance tanto balísticos como de crucero, con los misiles de crucero Kalibr y misiles aire-superficie equipados con ojivas nucleares.
"En otras palabras, Rusia tiene un conjunto mucho más diverso de armas nucleares, lo cual proporciona cierta flexibilidad en su uso en el curso de un conflicto militar", profundizó Aleksándrov.
No obstante, Aleskándrov destacó que este argumento no es sostenible debido a que el área de cobertura del sistema de lanzamiento de misiles ruso S-300 es de 150 kilómetros. Por lo tanto, las armas nucleares tácticas de EEUU "tienen un rango de aplicación muy estrecho".
"[Para llevar a cabo una guerra nuclear táctica con Rusia] EEUU no dispone de las herramientas necesarias. Parece que este será el tema principal de las discusiones que mencionó Goldfein", apuntó.
Mientras tanto, hay que destacar que Rusia reiteró en varias ocasiones que no representa una amenaza para nadie y su único objetivo es defender al país y a su pueblo.