"Cuando estoy de servicio, respondo por unos 10-15 misiles balísticos intercontinentales", declaró Victoria Fort en su entrevista a la publicación Scout Warrior.
Fort es una joven que a sus 26 años ya ha alcanzado el rango de capitán y cuenta ahora con la autorización de emplear armas capaces de convertir una ciudad entera en polvo radioactivo. Si el presidente de su país da la orden, ella es quien tendrá que lanzar el proyectil. Es su deber.
"Si tengo que elegir entre un enemigo que nos ataca y la orden de lanzar los misiles, haré todo lo necesario para proteger a nuestro país lo mejor que pueda".
Todos los meses, los mandos militares realizan ejercicios de práctica. Mediante simulaciones, trabajan una y otra vez para, cuando llegue el momento, realizar los pasos necesarios de manera automática. Si no logran hacerlo a tiempo, no pasarán la certificación.
Desde los tiempos de la Guerra Fría, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos fueron dotadas con la tríada nuclear, que consiste en sistemas de lanzamiento desde tierra, mar y aire. La Fuerza Aérea cuenta con un número misiles balísticos intercontinentales LGM-30 Minuteman, desplegados en tres diferentes emplazamientos militares: la base Francis Warren, en Cheyenne, donde trabaja Victoria Fort; Minot, en Dakota del Norte; y Malmstrom, en Montana. Cada base posee unos 15 silos de misiles, operados por dos oficiales desde un búnker en cada una.
A Fort le gusta su servicio como oficial.
"El tiempo aquí pasa de una manera extraña, porque no se puede saber si es de día o de noche".
Sus habilidades sorprendieron a sus superiores de tal manera que la jefa de las Fuerza Aérea de EEUU, Deborah Lee James, la condecoró en 2014 con la medalla del Servicio Operacional de Contención Nuclear "por su valor en el desempeño de tareas de contención nuclear".
En todo el complejo sistema de lanzamientos, la base Francis Warren de la Fuerza Aérea realiza una tarea bastante sencilla: estar preparada para actuar a tiempo y cuando sea.
Y Victoria Fort no es una excepción.
"Somos el gran palo del país, como dijo [el presidente] Theodore Roosevelt. En realidad no estamos en el frente de batalla, pero los otros países no se meten con nosotros porque tenemos estas armas. En otras palabras, se trata de contención. Y nosotros los contenemos".