El funcionario advirtió, sin embargo, que "esto no debe confundirse con una paz exprés", y precisó que se cuenta con toda la determinación de las partes para "avanzar con tanta celeridad como la prudencia lo permita".
Por tanto, Restrepo confió en que el ELN (Ejército de Liberación Nacional) "también valore y comprenda que este es el momento de la paz".
El jefe de la delegación de paz gubernamental resaltó, además, que la prioridad del proceso de paz con el ELN es apoyar a las regiones, honrar el derecho de las víctimas del conflicto, cesar los secuestros del grupo rebelde y facilitar la participación política de los guerrilleros en un escenario sin armas.
"La verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición son las raíces profundas y reales de la reconciliación", dijo Restrepo, y recalcó que la mesa de negociaciones buscará "garantizar y defender esos derechos".
"Colombia, la comunidad internacional aquí presente y las familias de quienes aún continúan secuestrados por el ELN esperan prontamente este anuncio", dijo.
Durante su intervención, recordó que la primera ronda de negociaciones abordará de manera simultánea el enfriamiento del conflicto, a fin de poder alcanzar un cese del fuego bilateral, y la participación social en la construcción de la paz.
"Lo humanitario y la construcción de gestos de confianza serán preeminentes en el proceso que hoy inicia", señaló Restrepo, y confió en que "esto debe generar mejores condiciones para la discusión de otros temas de la agenda".
Aunque en marzo de 2016 el Gobierno colombiano y el ELN anunciaron desde Caracas que estaban listos para iniciar los diálogos, dificultades para cumplir gestos recíprocos de buena voluntad obligaron a postergar la instalación de la mesa hasta el martes.
La participación del ELN en un diálogo con el Gobierno es reclamado por varios sectores que consideran que solo se puede pacificar Colombia cuando se logre un armisticio con ese grupo rebelde, el segundo después de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).