Y no hay que olvidar que la soberanía de Rusia sobre estas tierras todavía está siendo cuestionada, recuerda el periódico ruso Vzglyad.
Estados Unidos, Polonia y Lituania están indignados con el hecho de que Rusia traslade a Kaliningrado complejos de misiles Iskander y fortalezca su agrupación militar en la región. El general retirado estadounidense Jack Keane, por ejemplo, se mostró muy alarmado. Según él, Rusia está diseñando supuestamente planes de ataque a los Estados del Báltico, con el fin de desafiar al nuevo líder de EEUU, Donald Trump. A su vez, el influyente periódico The Independent ha publicado también un artículo sobre los temores de Occidente ante las operaciones militares de Rusia en el territorio de la Unión Europea, y cómo la región de Kaliningrado podría convertirse en el punto más caliente del continente.
Un analista militar estadounidense, el coronel Douglas Macgregor, ha expresado opiniones muy parecidas. Según él, las tropas ruso-bielorrusas intentarán romper el corredor de Kaliningrado y atacar Riga desde el sur. Sin embargo, el pánico más agudo está siendo alimentado por la prensa polaca. Según un artículo del periodista Marek Swierczynski, existe una seria amenaza de que, tras conquistar los países del Báltico, Rusia vaya a volver su atención hacia Polonia. ¿Por dónde es más fácil hacerlo? Obviamente, por el corredor de Suwalki.
Mientras Occidente presenta sus versiones de la nada, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, reiteró durante su último discurso ante la Asamblea Federal que el país eslavo jamás buscó enemigos y no representa una amenaza para nadie.
"En comparación con algunos de nuestros socios extranjeros que consideran a Rusia como un rival, (…) nunca buscamos enemigos, necesitamos amigos, pero no vamos a permitir que nos hagan daño o desestimen nuestros intereses", dijo Putin.