"A nivel de trabajo ya lo confirmaron todos", declaró Miller, al afirmar que la confirmación se produjo durante una reunión que se celebró en la segunda mitad de agosto en la ciudad suiza de Zug.
Alemania dio su visto bueno mientras que Polonia puso objeciones.
A inicios de agosto, los socios del proyecto acordaron revocar la notificación entregada a Polonia.
Según comentó el Ministerio de Economía y Energía alemán, se trata de una decisión tomada por las empresas.
El proyecto uniría la costa rusa con Alemania a través del fondo del mar Báltico y supondría una ampliación del gasoducto existente Nord Stream, que actualmente tiene la misma capacidad que la infraestructura proyectada.
El trazado del Nord Stream 2 es prácticamente paralelo al del primer gasoducto, puesto en marcha en 2011.