El documental recoge los testimonios de quien dice ser un mercenario ruso que combatió en Siria. Su rostro no se revela, se muestra solo una silueta oscura y una voz modificada. Todo para mantener en secreto la identidad del revelador.
Basándose en las palabras del protagonista, el reportero británico llega a la conclusión de que en el país árabe combaten cientos de mercenarios. Se les paga 250.000 rublos al mes (cerca de 3.800 dólares) por hacer todo el trabajo sucio: asesinan y sabotean por encargo. En caso de caer en combate, los entierran en tumbas sin nombres ni contactos.
These Russian men say they were paid £3,000 a month to fight Islamic State in Syria https://t.co/qMeeYmBmJD
— Sky News (@SkyNews) 9 de agosto de 2016
Sin nada más que sus palabras e imágenes generales, el documental tiene como meta convencer al espectador occidental de la presencia en suelo sirio de tropas de combatientes rusos. Y así hubiese ocurrido, de no ser por un pequeño inconveniente.
A tan solo pocas horas de su publicación, la cadena rusa NTV saca al aire un reportaje en la que revela la verdadera identidad del "mercenario".
El "chico malo" cuenta que fue contratado por la productora de Sky News en Moscú, Anastasia Sobinyakova, para que leyera frente a la cámara unos "testimonios" escritos de antemano, por una recompensa.
"Desde el principio me di cuenta de que eran reporteros y cuando leí las palabras que tenía que decir, entendí que se trataba de un intento de grabar un testimonio para comprometer a Rusia", dice Alexander.
Актер Агапов о журналистах, которые выдали его за "наемника" в Сирии: они просто не смотрели "Брат 2". РЕН ТВ: https://t.co/2c9EdeyiK2
— РЕН ТВ | Новости (@rentvchannel) 11 de agosto de 2016
Durante el reportaje el actor cuenta cómo inmediatamente después del espectáculo, acudió a la cadena rusa para dejar al descubierto la trampa que se avecinaba. Como prueba, mostró a los periodistas rusos la grabación completa de su "testimonio" que hizo con la grabadora de su teléfono escondido en su bolsillo.
Después de rastrear los movimientos de los británicos por Rusia, los periodistas de NTV descubrieron que antes de la grabación en Moscú, estos habían viajado a Rostov del Don, una ciudad en el sur de Rusia. Ahí intentaron conseguir testimonios sobre la presencia de fuerzas rusas en Siria.
No es la primera vez que periodistas occidentales acuden a este tipo de trucos para mostrar "primicias" que no son realidad. En diciembre del 2015 la cadena alemana ZDF mostró un documental de Boris Reitschuster sobre la invasión rusa al este de Ucrania. Se basa en los testimonios de un tal Igor, que en realidad resultó ser Yuri Lobyskin, un pobre joven sin trabajo de Kaliningrado, que aceptó hacer el papel de un combatiente de las fuerzas armadas rusas por unos 30.000 rublos.