"Ha utilizado el golpe para ejecutar su agenda extremista y que es la misma de la Hermandad Musulmana en suelo turco, y esto es muy peligroso para Turquía y para los países vecinos, incluida Siria", dijo Asad en una entrevista a la agencia Prensa Latina.
"Comenzaron a atacar al sistema judicial, expulsaron a mas de 2.700 jueces de sus cargos, mas de 1.500 profesores universitarios y mas de 15.000 empleados de la enseñanza (…) ¿qué relación tienen las universidades, los jueces y la sociedad civil con el golpe?", subrayó.
Según Asad, el golpe es "un reflejo de la inestabilidad y los disturbios dentro de Turquía, especialmente a nivel social".
"Cuando un país se desestabiliza, la causa principal radica en su propia sociedad", apostilló.
Las autoridades otomanas decretaron el estado de excepción en el país por tres meses a partir del jueves y dejaron sin efecto la Convención Europea de Derechos Humanos durante ese periodo.



