En los últimos años, la prensa occidental generó muchos artículos en los que proclaman una "irrefutable" caída de Rusia en los ámbitos económicos, demográficos, industriales y otros. Ciertos autores incluso vaticinaron un posible colapso del país.
El científico comparó a Rusia con EEUU, el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia —las mayores economías occidentales— basándose en los datos del Banco Mundial, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo y la Asociación Mundial del Acero de los años 1999-2015.
Los análisis basados en una única variable
El producto interno bruto —el PIB— es un parámetro tradicional usado para comparar diferentes países. Según este indicador, en 15 años Rusia disminuyó su retraso tanto de los cinco rivales como del mundo en total, informa el analista.
Otro índice empleado para estimar el crecimiento económico es el consumo de energía por las industrias. En este ámbito, Rusia también progresó, pasando de una cuarta parte del nivel estadounidense en 1999 a un tercio en 2012.
Para poner estos datos en contexto, cabe destacar que esos índices son relativos al progreso económico global —es decir, si un país eleva su tasa relativa, significa que adelanta el ritmo de crecimiento de su base de comparación, bien sea está el mundo o algún otro país—.
Los análisis basados en múltiples variables
Los métodos más complejos del análisis económico, los cuales emplean un conjunto de índices, también favorecen a Rusia, escribe Saradzhyan.
Otro ejemplo de un análisis multifacético es el método empleado por China, basado en una fórmula que combina la población, el territorio, la economía y el poderío militar. Según él, Rusia creció un 28 por ciento desde 1999. Los resultados de los países occidentales muestran una caída, a veces leve —como en el caso de EEUU con un 6 por ciento— o grave —como Francia y Alemania, que perdieron 29 por ciento en el mismo período, basándose en el método chino—.
La conclusión
Los datos estadísticos, recopilados por las entidades internacionales, demuestran que Rusia mantuvo y, en muchos aspectos, mejoró su postura a nivel global a lo largo de los últimos 15 años.
Rusia como Estado debe hacer frente a una variedad de desafíos, entre ellos la necesidad de modernizar su economía, mejorar la gestión y manejar las crisis regionales que amenazan sus intereses, admite Saradzhyan.
"De todos modos, el tamaño, los recursos y el poderío militar de Rusia aseguran el papel del país como actor global para los años que vienen, y exigen que esta potencia sea tratada de manera debida", concluye el experto.