Daesh satisface su lujuria violando a niñas pequeñas
Un habitante de la provincia siria de Deir ez-Zor, que escapó de Daesh tras vivir varios años en las regiones ocupadas por los militantes, concedió una entrevista a la agencia Sputnik donde comentó sus experiencias con el grupo terrorista.
Un ciudadano sirio (cuyo nombre es mantenido en secreto por razones de seguridad), atravesó un espinoso camino para poder escapar de la ciudad de Mayadin ubicada en la provincia Deir ez-Zor, tomada por los yihadistas.
El testigo de lo allí sucedido relató a la agencia Sputnik como el grupo terrorista maneja los territorios conquistados y como trata a la población local.
Extorsión de dinero
Según el testigo, los militantes no dejan salir a nadie de los territorios ocupados. Sin embargo, se puede obtener un permiso del "emir" para salir "debido a ciertas causas" siempre que se le pague el precio —entre 200 y 300 dólares- a un militante.
Tras el pago, se le entrega al solicitante un papel, solo para pedirselo a la salida. Al salir del territorio ocupado, la persona debe tomar una foto de este "documento" para poder regresar y probar la existencia del mismo. Sin esta prueba fotográfica, al volver será azotado por su "redención".
"Pero a ellos les da igual el destino de la gente. Llegaron solo para enriquecerse. Pagamos 200 dólares y nos dieron la ‘aprobación' del emir local para salir, donde estaba escrito ‘aprobado por ciertas razones'".
Los militantes suelen robarse uno a otro
"Una vez un militante egipcio fue nombrado colector de contribuciones. Su tarea consistía en cobrar los impuestos a los camiones que transportaban petróleo. El recolectó el dinero y huyó a Irak con el mismo", contó el testigo.
Eso sucede regularmente. En otro caso, uno de los terroristas pidió a sus jefes una gran cantidad de dinero para equipar un hospital para los combatientes, pero escapó con el dinero.
La religión barbárica
Los militantes de Daesh obligan a los habitantes a seguir las normas y reglas del "islam". Se trata de castigos a los que someten a los "culpables" para redimir sus culpas ante los militantes, y no ante el Creador.
Los radicales suelen humillar la dignidad de la gente incluso después de su muerte.
Así, una vez decapitaron a un hombre y le colgaron en la plaza de la ciudad de Mayadin. Su familia logró robar su cuerpo para enterrarlo clandestinamente en concordancia con todos los rituales religiosos. Sin embargo, los militantes de Daesh al enterarse del robo obligaron a los familiares a exhumar su cuerpo y devolverlo. Después, les cortaron las manos a todos los vinculados con el "robo".
Según las declaraciones del testigo, los militantes de Daesh no consumen los alimentos producidos en Siria. Les suministran comida empaquetada extranjera junto con pastillas de proteína y bebidas energéticas.
"-Las bebidas- no fueron elaboradas en Siria. Siria no produce bebidas tipo XXL"
Cabe destacar que también habían pastillas psicotrópicas. "Recibían otras pastillas que no dejaban a los militantes percatarse de ‘donde estaban' y que ‘hacían'. A veces ellos entraban en las casas y abrían fuego contra todos los que estaban allí, incluso a los niños", recordó el testigo.
Las mujeres como un medio para satisfacer su lujuria
Los imanes suelen ser extranjeros —libios, tunecinos, entre otros-. Echan a los imanes sirios educados de las mezquitas y les dan a elegir entre rezar solo a finales del día o no visitar la mezquita por completo.
La mujer no puede negarse si un hombre la desea. Si ella dice que no, recibirá una bala. Si desean a una mujer casada, la obligan a divorciarse para que sea "libre".
La misma mujer se puede "casar" hasta 10 veces por día.
"Primero 'se casan' normalmente los saudíes. Ellos están en primer lugar en jerarquía. Se consideran patrocinadores, están en frente de los demás. Luego llegan los otros —libios, tunecinos-. Posteriormente siguen los combatientes de los otros países del Golfo."
Los niños como "escudos humanos"
Daesh recluta a los niños para que sirvan como "carne de cañón" o kamikazes. Los convierten en máquinas de guerra o utilizan como escudo humano. Los varones fornidos de 10-14 años tras el minucioso reclutamiento son enviados para combatir en las filas de Daesh, los demás para perpetrar atentados en lugares públicos.
El tributo obligatorio
Además, Daesh recauda impuestos obligatorios de la población. La gente debe pagar sin derecho a rechistar.
"Si tienes 5 vacas te despojan de una como tributo. Sin preguntarte. No puedes replicar nada. Un rebaño de ovejas será recaudado de 5 animales. Te despojan sin decir nada".
La burla a la religión
"Está prohibido cortarse el cabello. Una persona debe andar peluda y hedionda. Es una cosa común para ellos", lamenta el testigo.
"Ellos actúan a su libre albedrío. Pueden dar latigazos durante la oración hasta que una persona se desmaye. No tienen ninguna piedad".