El volumen de la producción del petróleo se redujo de 33.000 a 21.000 barriles diarios debido a los bombardeos aéreos.
Además, desde mediados de 2014 el grupo perdió un 22 por ciento de su territorio con lo cual su base fiscal se redujo de 9 a 6 millones de personas.
Según IHS, los terroristas buscan nuevas formas de obtener dinero de la población.
"Estos impuestos incluyen peajes para camioneros, gastos de instalación o reparación de antenas parabólicas y 'derechos de salida' para los que quieran abandonar una ciudad", afirma el analítico Ludovico Carlino.
Alrededor de la mitad de las ganancias de Daesh proviene de los impuestos y de la confiscación de comercios y bienes, un 43 por ciento representan ingresos por el comercio del petróleo, el resto procede del narcotráfico, venta de electricidad y donaciones.
Daesh es uno de los principales retos a la seguridad global; controla vastos territorios de Irak y Siria y pretende extender su autoproclamado califato a África del Norte, en particular, a Libia.
En las filas de este grupo, proscrito en Rusia y otros países, combaten entre 50.000 y 200.000 hombres, según diversas estimaciones.