De las 54 empresas preclasificadas —la mayoría de nueva integración con capital privado mexicano-, la cuales comenzaron en noviembre el concurso por 25 contratos de campos maduros, 42 han llegado a esta jornada, en la cual se abrirán las propuestas y se asignarán los contratos, en el marco del fin del monopolio petrolero estatal mexicano de 77 años, iniciado a mediados este año.
La inversión total esperada oscila entre 600 y 1.100 millones de dólares, de acuerdo con fuentes oficiales consultadas por Sputnik Nóvosti, para los 25 campos petroleros terrestres de esta fase, con alrededor de 100 millones de barriles de crudo remanentes cada uno.
México espera una inversión privada de poco más de 600 millones de dólares en esta tercera fase de la Ronda Uno, dijo a principios de noviembre la Subsecretaria de Hidrocarburos Lourdes Melgar, en una presentación con expertos petroleros a la cual tuvo acceso Sputnik Nóvosti.
Sin embargo, en una estimación hecha al inicio de la apertura petrolera en julio pasado, el presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH, regulador estatal), dijo en entrevista con Sputnik Nóvosti, que la tercera licitación podría involucrar inversiones hasta por unos 1.100 millones de dólares.
La variación de la expectativa de inversiones se podría explicar por el derrumbe de los precios de la cesta de crudos mexicanos, que ha perdido 20 por ciento de su valor en las última cuatro semanas, y la víspera cerró en 27,6 dólares por barril, niveles del año 2008.
Un total de 36 empresas participan en forma individual y 14 asociadas, entre las cuales destacan las nuevas empresas creadas por magnates mexicanos como Carlos Slim; Óscar Vázquez; Armando Garza Sada, Alberto Baillères González y Ramiro Garza.
Esos empresarios que debutan como petroleros cuentan con algunas de las fortunas más grandes del país latinoamericano, y han sido líderes en otros sectores distintos al energético, como las telecomunicaciones, la minería, la metalurgia o incluso la cervecería.
El anzuelo de los campos maduros
Los 25 contratos bajo el modelo de licencias, permitirán la explotación de reservorios terrestres maduros, localizados en tres regiones del décimo productor mundial de crudo (2,26 millones de barriles diarios): en los norteños estados de Nuevo León (campos Burgos); en Tamaulipas y norte de Veracruz (campos Norte); y en los sureños estados de Chiapas, Tabasco y sur de Veracruz, frente al Golfo de México.
Alrededor del 70 por ciento del petróleo que produce México procede campos con unos 30 años de antigüedad, lo cual ha sido lanzado como un anzuelo para atraer a los inversores mexicanos que debutan en la industria hacia esos campos petroleros maduros, en los cuales la estatal Petróleos Mexicanos ha tenido experiencia.
En la llamada "Ronda Cero" Pemex tuvo la oportunidad de elegir alrededor de 80 por ciento de la reservas probadas y probables, y poco más del 20 por ciento de las reservas posibles o estudios prospectivos no desarrollados, antes de comenzar en julio de 2015 la Ronda Uno de cinco licitaciones ue abrió la competencia a los inversores privados.
En las dos primeros concursos de la Ronda Uno, la CNH estableció un monto global de capital mínimo para concursar en todos contratos licitados. Sin embargo, para facilitar la participación del capital nacional, se modificó a finales de noviembre el procedimiento y ahora se permite participar con una cantidad mínima de capital contable por cada una de las 25 área contractuales.
El monto mínimo por área es apenas de 5 millones de dólares para 21 de los 25 campos terrestres, y para cuatro áreas mayores (el monto mínimo de capital requerido es de un máximo de 200 millones de dólares, lo cual ha hecho viable el surgimiento de "petroleras" mexicanas sin experiencia en el sector.
En la primera fase de la Ronda Uno –el 15 de julio pasado– se firmaron los dos primeros contratos estimados en 2.700 millones de dólares, para explorar aguas someras del Golfo de México; y en la segunda fase –el 30 de septiembre– se otorgaron otros cuatro con inversiones esperadas por unos 3.000 millones de dólares, en la cual participaron grandes empresa extranjeras de EEUU, Gran Bretaña, Italia, Argentina y Rusia, entre otras.
Las pocas compañías poderosas de la industria petrolera que poseen la tecnología de punta para esas grandes profundidades, ansían concursar por 13 contratos valuados entre 3.000 y 4.000 millones de dólares cada uno de ellos, es decir la multimillonaria cifra de entre 40.000 y 50.000 millones de dólares en juego.
Finalmente la quinta y última convocatoria que cerrará en 2016 la Ronda Uno, concierne a rocas de esquisto de los desiertos del norte del país, fronterizo con Texas y otros crudos no convencionales.