El 2 de octubre se inició el procedimiento contra el marino uruguayo Jorge Néstor Troccoli, uno de los encargados de coordinar la represión en la Argentina contra los militantes de izquierda uruguayos.
En el proceso hay 33 imputados de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay, acusados de la desaparición de alrededor de veinte ciudadanos italianos.
Entre los procesados se encuentra el ex dictador de Bolivia Luis García Meza y su ministro de Interior, Luis Arce Gómez, el ex dictador uruguayo Gregorio "Goyo" Álvarez, encarcelado desde 2007 por violaciones de los derechos humanos durante el régimen militar (1973-1985), el chileno Manuel Contreras Sepúlveda, ex jefe de la DINA (policía política de Pinochet), que murió en septiembre, y el ex presidente peruano Francisco Morales Bermúdez.
Carlos D’Elía Casco nació en 1978 en un centro de detención argentino, el pozo de Banfield, después de lo cual su madre desapareció y Carlos fue entregado a otra familia.
“Mi madre de crianza me dijo que ese día me recibió en sus brazos, envuelto en papel de diario y aún con rastros de sangre, en una esquina de la ciudad de Buenos Aires”, contó ante los jueces.
Yolanda Casco y Julio César D’Elía, sus padres, desaparecieron en 1977, pero Carlos sólo se enteró a los 17 años y pudo reconstruir su historia. Carlos no tiene dudas de la responsabilidad de Tróccoli en la desaparición de sus padres, según informa La Diaria de Montevideo.
Graciela Borelli busca conocer el destino de su hermano Raúl, desaparecido en Buenos Aires en 1977, después de que ella fuera secuestrada y torturada para que dijera dónde se encontraba Raúl. Al ser liberada, le advirtió a su hermano, que viajó a la Argentina, donde desapareció.
Jorge Néstor Tróccoli escapó de la justicia uruguaya cuando iba a ser detenido en 2007 y viajó a Italia, país del cual también es ciudadano, donde ahora vive libremente. Es, como dice Silvia Bellizzi, hermana de otro desaparecido, “la estrella de la película”, porque habrá que ver qué hace Italia con su propio ciudadano.