Los refugiados se quejan de que les habrían ofrecido un sueldo mensual de US$1500 dólares, critican la inseguridad y la carestía de la vida en Uruguay.
El programa para los refugiados sirios fue iniciado bajo la presidencia de José Mujica en 2014 y funcionarios del gobierno se trasladaron hasta Líbano para entrevistarlos. La española Susana Mangana, responsable de la Cátedra de Islam y Mundo Arabe de la Universidad Católica, que fue parte de la delegación, rechazó, en un programa radial, que el gobierno les hubiera ofrecido sueldos de 1500 dólares. Para Mangano, no entienden que Uruguay les está "tendiendo una mano", con casa, salud, y una ayuda mensual de 29000 pesos uruguayos (el equivalente a mil dólares).
"Son refugiados pero no tontos. Son gente que tiene teléfonos, que tiene televisión, que tiene contactos con familiares", y "se han enterado que Alemania y Francia se están abriendo bastante", dijo, según reseña el semanario Búsqueda.
El actual senador Mujica se defendió en el programa televisivo Código País, diciendo que "la improvisación no fue de los organismos que eligieron, yo pedí que me trajeran campesinos, me trajeron clase media, relativamente acomodada. Y creo que por eso mismo esa gente sufre mucho y no se adapta…no tienen la culpa, no es ningún pecado", y resaltó "el impacto que está significando hoy culturalmente lo que está pasando en Europa.
Todos se quieren ir para Alemania", dijo, señalando que "es un hecho que hay que respetarlo".
A pesar de las críticas, el gobierno reafirmó la continuidad del plan de acogida de refugiados sirios, y se espera la llegada de 73 más antes de fin de año.