Los casos de corrupción en Petrobras saltaron a primera plana en marzo de 2014 tras el arresto del entonces director de abastecimiento de la petrolera brasileña, Paulo Roberto Costa, y su intermediario Alberto Yousseff, acusados de establecer un esquema de desvío de fondos y lavado de dinero en el que estarían implicados varios políticos de los principales partidos de Brasil, incluido el Partido de los Trabajadores (PT).
La policía federal de Brasil calcula que la trama de corrupción en Petrobras desvió de forma ilegal más de 4.300 millones de dólares.
Una de las ramas del caso apunta a que la petrolera brasileña cometió irregularidades en 2008 para adquirir por 1.180 millones de dólares la refinería de Pasadena, en el estado de Texas.