Trump provocó un desplome en los mercados el 23 de mayo, al amenazar a la Unión Europea con aumentar los aranceles a sus exportaciones a una tasa fija del 50%.
El presidente también criticó a Apple, señalando que impondría un impuesto de importación del 25% a los iPhones, y sugirió que sus nuevos aranceles también podrían aplicarse a Samsung.
De acuerdo con el NYT, estas amenazas de gravámenes asustaron aún más a los inversores y aumentaron las perspectivas de precios más altos para los consumidores estadounidenses.
Para un mandatario que se ha presentado como un astuto administrador de la economía, la decisión de intensificar su guerra comercial global pareció "curiosa y costosa", afirmó el medio.
Según el periódico,
Trump ha presentado sus elevados aranceles mundiales como un arma política que recaudará fondos, fomentará una mayor producción nacional y mejorará las relaciones comerciales con EEUU.
Pero para que muchas de sus políticas emblemáticas tengan éxito, el presidente estadounidense tendrá que demostrar a los inversores que están equivocados, en particular a aquellos que prestan dinero al Gobierno comprando su deuda, advirtió el diario.
Conforme al
NYT, los inversores ven una agenda que conlleva más deuda, mayores costos de endeudamiento, inflación y
una desaceleración económica.A esto se suma el hecho de que empresas como Walmart afirman que podrían tener que subir sus precios como resultado de las tarifas arancelarias.
De acuerdo con
NYT, la avalancha de cambios de política también ha dejado a l
a Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) paralizada, sin saber cuándo la economía requerirá tasas de interés más bajas ante la persistente incertidumbre.
Como resultado, los costos de los préstamos hipotecarios, de automóviles y de tarjetas de crédito siguen siendo onerosos para los estadounidenses.
Aun así, Trump sigue proclamando que sus políticas traerán prosperidad. Esta semana, la Casa Blanca publicó datos que muestran que sus recortes de impuestos podrían aumentar la producción estadounidense hasta en 5,2 % a corto plazo, en comparación con las ganancias que habría obtenido si un proyecto de ley no hubiera sido aprobado esta semana en la Cámara de Representantes.