"Mi país, Alemania, definitivamente ve esto de una manera muy negativa. Como saben, el punto de vista alemán dominante sobre Trump de todos modos es muy negativo", explicó Schweiger.
"Pero creo que este tipo de reivindicación del territorio de otros países tampoco sonará bien en otros países europeos, incluidos aquellos con los que Trump suele tener al menos cierta simpatía o incluso asociación, como en Europa Central y Oriental", agregó.
Además del primer ministro húngaro, Viktor Orban, Trump puede esperar encontrar socios en Europa entre los liderazgos populistas de izquierda y derecha de Eslovaquia e Italia, señaló Schweiger.
También puede esperar la posibilidad de que el líder del Partido de la Libertad, Herbert Kickl, llegue al poder en Austria y una mayor cooperación con el partido Alternativa para Alemania (AfD), a medida que aumentan las cifras de las encuestas del partido populista alemán antes de las elecciones federales de febrero.
En asuntos de seguridad y defensa,
el apoyo de Trump a las negociaciones de paz para terminar la crisis ucraniana probablemente encontrará apoyo entre los populistas europeos (con la excepción de
la italiana Giorgia Meloni, que apoya la continuación del conflicto), pero la reacción a su exigencia de que
Europa aumente su gasto en defensa hasta el 5% del PIB probablemente sea negativo, consideró Schweiger.
"Si la Unión Europea no encuentra una manera de comprometerse con el punto de vista de Trump, las relaciones estarán en muy, muy mal estado al final del segundo mandato de [su] presidencia", dijo Schweiger.
Las palabras de
Donald Trump sobre apoderarse de
Groenlandia pueden muy bien ser serias y estar destinadas a distraer al público estadounidense mientras Washington intenta salir de la crisis ucraniana, dijo a Sputnik el veterano analista de asuntos internacionales Gilbert Doctorow, sugiriendo que puede haber más en aparentemente estrategia aparentemente más extraña de lo que parece a primera vista.
"Él ha sido aconsejado a hacer esto por asistentes que han estudiado la historia de la presidencia de Reagan. En octubre de 1983, más de 140 soldados estadounidenses apostados en el Líbano murieron en un ataque de Hizbulá contra sus cuarteles. Dos días después, Reagan invadió Granada. Moraleja de la historia: garantizar que el público olvide una derrota en la guerra lo antes posible mediante una victoria mayor en otro lugar", apuntó Doctorow.
En cuanto a las quejas de Francia, Alemania y otros aliados de Estados Unidos en torno a los planes imperialistas de Trump para el Hemisferio Occidental, sus líderes básicamente pueden ser "ignorados" y "son un cero a la izquierda en la actualidad", según Doctorow, quien sugirió que la "legislación internacional" que ellos alegan está muerta desde hace mucho tiempo, "asesinada por Estados Unidos en una serie de casos impactantes que se remontan a la 'independencia' de Kosovo y luego a la invasión ilegal del Irak de Sadam Huseín".