El presidente electo de Estados Unidos, Donald
Trump, amagó el 25 de noviembre con imponer un arancel de 25% a los productos mexicanos y canadienses si estos países no hacen algo para detener la crisis migratoria y de tráfico de drogas.
"Este arancel permanecerá vigente hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión de nuestro país", dijo el magnate en la red Truth Social.
"Tanto México como Canadá tienen el derecho y el poder absolutos para resolver fácilmente este problema que lleva latente desde hace mucho tiempo", continuó.
Según Donald Trump,
miles de personas cruzan de manera ilegal a su país a través de sus vecinos del norte y del sur, "
trayendo consigo niveles de delincuencia y drogas nunca antes vistos".
En ese contexto, el republicano se comprometió durante su campaña presidencial a combatir la migración ilegal que llega a EEUU.
Por lo anterior, aseguró que, una vez que se instale nuevamente en la Casa Blanca, emprenderá una deportación masiva.
El presidente electo
prometió además un incremento de 10% a los aranceles a las exportaciones chinas hasta que el país asiático haga algo para frenar el presunto trasiego de drogas hacia Estados Unidos.
En un análisis del diario estadounidense
The Wall Street Journal, diversos analistas coincidieron en que
las últimas amenazas arancelarias de Trump sugieren que el republicano está ansioso por reabrir el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que reemplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 2020.
Según el medio, el amago de Trump también sugiere que el virtual mandatario electo "está buscando incluir la inmigración, la seguridad y las drogas en una negociación que generalmente gira solo en torno al comercio, así como acelerar una revisión planificada del T-MEC programada para 2026".
Ahora bien, los estrechos vínculos económicos entre los tres socios norteamericanos significan que perturbar el comercio con aranceles tendría efectos de largo alcance, precisa el artículo.
Y recuerda que los fabricantes estadounidenses de automóviles, incluidos General Motors y Ford, llevan décadas planificando sus fábricas en torno al libre comercio entre los tres países.
Así, indica el texto citando datos de la firma de investigación Wards Intelligence, cerca del 16% de los vehículos que se venderán en Estados Unidos este año han sido fabricados en México, es decir, unos 2,5 millones de unidades, entre automóviles, camionetas y SUV. En tanto, los vehículos fabricados en Canadá representarán casi el 7% de las ventas en el país norteamericano.
Adicionalmente, se señala que los aranceles podrían afectar severamente la base suministro automotriz, ocasionando el aumento de precios en Estados Unidos.
Además, si Trump impone aranceles a México, el país latinoamericano responderá en forma proporcional, señala el Wall Street Journal, "nivelando los aranceles a los productores de maíz, exportadores de leche y carne de cerdo de Estados Unidos y otros sectores que se encuentran entre los partidarios más importantes del presidente electo".
Este 26 de noviembre, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum aseveró que "a un arancel, vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes".
Al revelar una carta que enviará a Trump, la jefa de Estado mexicana manifestó que las amenazas arancelarias no son la vía para atender y resolver la crisis migratoria ni el consumo de drogas en EEUU.