La generación europea occidental del "baby-boom" —la explosión de la natalidad entre los años finales de los 50 y la década de los 60— puede ser la última en haber disfrutado de un sistema laboral y de jubilación que les auguraba una existencia decente y una jubilación sin angustia.
Escuche: El otro lado de las jubilaciones
Cierto es que desde 1993, cuando en Europa se empieza a atisbar la crisis de los sistemas de pensiones, todos los gobiernos franceses han realizado pequeños recortes en las cuentas de los llamados "seniors". Incluso en 2104 se llegó a congelar la revalorización del importe.
Macrón, desagredecido los jubilados
Los jubilados franceses hubieran optado quizá por el conservador François Fillon, pero sus implicación en supuestos actos de corrupción dejaron el camino libre a Macron. Marine Le Pen, que pretendía cortejar a los pensionistas, se estrelló con su propuesta de abandonar el euro.
Los pensionistas franceses se han manifestado en las calles en su particular "marzo del 68" (fue en ese mes donde se inició lo que se conoce como " Mayo del 68 "). Macron, ha aplicado a los pensionistas un aumento del impuesto llamado Contribución Social Generalizada (CSG). Solo a los pensionistas.
Dos días después de sus vecinos franceses, los jubilados españoles tomaban también las calles. Miles de personas exigían al gobierno del conservador Mariano Rajoy "pensiones dignas".
España: recortes a derecha e izquierda
En España, el drama del desempleo se ha podido sobrellevar en muchas familias gracias a la ayuda de los abuelos. El paro, los bajos salarios, los contratos precarios y el paupérrimo índice de natalidad golpean la caja de las pensiones. Desvinculadas del aumento de precios de bienes de consumo, las pensiones han subido este año un 0,25 por ciento, una medida que muchos han tomado como un insulto.
En 1985 un ciudadano español recibía asistencia sanitaria gratuita y se jubilaba a los 65 con una pensión calculada sobre el salario de sus dos últimos años. En 2018, la asistencia sanitaria gratuita ha desaparecido para los jóvenes, la jubilación está fijada en los 67 años y el cálculo de la cuantía se establece sobre los últimos 25 años de trabajo, si se ha cotizado durante 37.
Lea más: Rajoy sobre las quejas de pensionistas: no hay dinero para subidas
Todos recuerdan al Canciller alemán Bismarck como el creador del sistema de pensión por repartición. Una gran noticia en 1881. Casi un siglo y medio más tarde, y a pesar de la potencia económica de Alemania bajo la era Merkel, casi un millón de sus compatriotas — de entre 65 y 74 años- se ven obligados a trabajar después de haber llegado a la edad de la jubilación para completar la cuantía de su jubilación.
Pensionistas alemanes, al exilio
Le puede interesar: Las aguas se agitan revueltas en Europa
Un 15% de los pensionistas alemanes están incluidos en la categoría de personas pobres. Muchos otros han preferido pasar los últimos años de su vida "exiliados" en la vecina Polonia, donde el nivel de vida es mucho más adecuado a su magra renta.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK