El envejecimiento de la población causará graves daños a la economía europea, aseguran los autores. Si no se toman medidas para limitar el flujo de migrantes y aumentar la tasa de natalidad, la situación puede volverse crítica.
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El próximo 'cambio tectónico demográfico' afectará no solo a la Unión Europea. China, Japón y Rusia también perderán 38 millones, 20 millones y 15 millones de residentes, respectivamente, para el 2050, y las pérdidas más importantes nuevamente se esperan entre la población en edad laboral.
De acuerdo con los autores del artículo, el viejo continente debería inspirarse en Canadá, que no duda en adoptar una política de cuotas acorde con las necesidades del mercado laboral, y fomentar la reactivación de la fertilidad.
"Si hay demasiada arena, el cemento no fragua. Para agregar más arena, hace falta más cemento, es decir, niños que hablen el idioma de su país, cualquiera que sea el color de su piel. En otras palabras, para permanecer abierta al mundo, Europa ahora debe elevar su propia tasa de natalidad", creen los economistas. Sin embargo, no se puede ni hablar de la política familiar en Europa, donde existen hoteles y centros turísticos solo para adultos, donde los niños no pueden ingresar, a diferencia de las mascotas.
Los expertos también destacan que desde Bruselas no llegan señales de que se reconozca el problema y su importancia, ya que "prefieren producir informes sobre revoluciones tecnológicas, desarrollo sostenible o transición energética".
El retraso de Europa en términos de crecimiento económico en comparación con Estados Unidos desde principios de los años 80 también se explica por la superioridad técnica de Estados Unidos, olvidando que en el país norteamericano, durante los últimos 30 años, cada mujer tiene un promedio de 2,1 hijos en comparación con solo 1,5 en Europa.
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El efecto negativo de la disminución de la fertilidad y el crecimiento de la esperanza de vida en el viejo continente no pueden ser compensados mediante la atracción de más inmigrantes, creen los autores del artículo. Esto se evidencia con la decisión del Reino Unido de retirarse de la UE, así como con la reacción política a la crisis migratoria en otros países de la UE.
"La disminución de la tasa de natalidad para el país es equivalente a una reducción en la inversión en la empresa, es decir, permite liberar fondos a plazo corto a riesgo de crear serios problemas en el futuro", concluyen los autores.