Sin apoyo de Kast y con una región dividida: ¿Bachelet pierde pisada en su camino hacia la ONU?
Sin apoyo de Kast y con una región dividida: ¿Bachelet pierde pisada en su camino hacia la ONU?
Sputnik Mundo
La decisión del presidente electo de Chile, José Antonio Kast, de poner en suspenso el respaldo puede debilitar seriamente la candidatura de Michelle Bachelet... 25.12.2025, Sputnik Mundo
El encuentro entre el presidente electo de Chile, José Antonio Kast, y la expresidenta chilena Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) no solo no arrojó un apoyo claro del gobierno entrante a la candidatura de la exmandataria a la Secretaría General de Naciones Unidas, sino que puede comenzar a debilitar definitivamente su postulación.Las aspiraciones de Bachelet al cargo más importante de Naciones Unidas se habían oficializado en septiembre de 2025, cuando el presidente chileno, Gabriel Boric, impulsó su nombre durante la Asamblea General de la ONU, valorando su experiencia como secretaria de Derechos Humanos de la organización y primera presidenta mujer en la historia de Chile.En esa oportunidad, Boric también defendió el nombre de Bachelet en un momento en el que existe consenso internacional en que la Secretaría General recaiga en un representante de América Latina y el Caribe y que abre la posibilidad de que por primera vez una mujer ocupe el cargo.Pero la candidatura de Bachelet no es la única aspirante de la región: Argentina ya oficializó la candidatura de Rafael Grossi, actual director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica; Costa Rica confirmó la postulación de su exvicepresidenta y actual directora de la UNCTAD (la Conferencia de Comercio y Desarrollo de la ONU) Rebeca Grynspan y hasta se manejan otros nombres como la actual secretaria de Medio Ambiente de México Alicia Bárcena.Así, Bachelet ha intentado comenzar a asegurarse los apoyos necesarios para que su candidatura cobre mayor fuerza. En ese camino, se reunió con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y con el presidente uruguayo, Yamandú Orsi, aunque no terminaron de adelantar oficialmente un apoyo.En diálogo con Sputnik, el analista internacional chileno Gilberto Aranda advirtió que la última reunión de Bachelet con Kast acabó sumando mayor "incertidumbre" a las posibilidades de la dos veces presidente chilena. El mandatario entrante no manifestó un respaldo a la candidatura y se limitó a anunciar que dará a conocer su postura recién a partir del 11 de marzo, cuando asuma su lugar en el Palacio de La Moneda.Una decisión incómodaPara Aranda, que su llegada al Gobierno chileno haya coincidido con la carrera de Bachelet hacia la Secretaría General de Naciones Unidas puede resultar incómodo para Kast, teniendo en cuenta no solo las diferencias políticas con la exmandataria sino su tradicional posición crítica con respecto al organismo internacional.En ese sentido, el analista recordó que el líder del Partido Republicano ha manifestado en anteriores campañas electorales "una mirada combativa hacia Naciones Unidas" que, si bien no es tan radical como la de algunos otros dirigentes de la región, sí ha hecho énfasis en "los problemas de eficacia" del organismo.El experto subrayó además que poner demasiado énfasis en apoyar la opción de Bachelet podría "hacer ruido" con los propios ejes de la campaña que llevaron a Kast a la presidencia, como centrarse en los problemas internos de Chile e incluso restringir más las políticas migratorias del país.Así las cosas, Aranda entiende que el "escenario más probable" es que, una vez en el poder, Kast opte por "mantenerse un poco al margen" de la discusión regional sobre el cargo en Naciones Unidas, sin dar un apoyo a ninguno de los candidatos en pugna. Para el experto, ese panorama "va a ser complejo para la candidatura de Bachelet".Aunque valoró los "méritos" de Bachelet para aspirar por el cargo, Aranda lamentó que el Gobierno de Boric no "discutiera más internamente" la resolución antes de postular públicamente su nombre, de manera de evitar que un cambio de signo político dejara por el camino a la dos veces presidenta. "Faltó una discusión interna que asegurara de alguna manera que no tuviéramos que estar ahora en este suspenso", comentó.Una región fragmentadaSi bien aún restan meses para que Naciones Unidas deba concretar la elección del sucesor del portugués Antonio Guterres, el año 2026 podría presentarse particularmente difícil para que la expresidenta chilena consiga nuevos apoyos.A la nueva sintonía que puede presentarse entre Kast, el argentino Javier Milei y el ecuatoriano Daniel Noboa, se suman los cambios que el nuevo año podría representar como consecuencia de elecciones presidenciales en Colombia, Perú y Brasil.Para Aranda, uno de los factores más desafiantes para Bachelet es la cantidad de candidatos latinoamericanos que ya han surgido, dificultando la posibilidad de grandes acuerdos regionales en pos de candidaturas comunes.Es en ese punto en el que también comienza a importar las posiciones que podrían tomar los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, un paso clave en el camino para alcanzar la Secretaría General, ya que los miembros podrían llegar a vetar nombres con los que no estén de acuerdo.Aranda puso la lupa en la posible postura de EEUU sobre una candidatura de la chilena. "Seguramente si hubiera sido un gobierno de raigambre demócrata diría que Bachelet tiene más posibilidades, ya que tiene la experiencia de haber hecho informes sobre Derechos Humanos en China y Venezuela", comentó el experto. Sin embargo, eso no parece estar en la agenda del actual Gobierno de Donald Trump, advirtió el analista.
La decisión del presidente electo de Chile, José Antonio Kast, de poner en suspenso el respaldo puede debilitar seriamente la candidatura de Michelle Bachelet para secretaria general de Naciones Unidas. El analista Gilberto Aranda dijo a Sputnik que la existencia de múltiples candidaturas latinoamericanas complejizan aún más sus posibilidades.
El encuentro entre el presidente electo de Chile, José Antonio Kast, y la expresidenta chilena Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) no solo no arrojó un apoyo claro del gobierno entrante a la candidatura de la exmandataria a la Secretaría General de Naciones Unidas, sino que puede comenzar a debilitar definitivamente su postulación.
Las aspiraciones de Bachelet al cargo más importante de Naciones Unidas se habían oficializado en septiembre de 2025, cuando el presidente chileno, Gabriel Boric, impulsó su nombre durante la Asamblea General de la ONU, valorando su experiencia como secretaria de Derechos Humanos de la organización y primera presidenta mujer en la historia de Chile.
En esa oportunidad, Boric también defendió el nombre de Bachelet en un momento en el que existe consenso internacional en que la Secretaría General recaiga en un representante de América Latina y el Caribe y que abre la posibilidad de que por primera vez una mujer ocupe el cargo.
Pero la candidatura de Bachelet no es la única aspirante de la región: Argentina ya oficializó la candidatura de Rafael Grossi, actual director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica; Costa Rica confirmó la postulación de su exvicepresidenta y actual directora de la UNCTAD (la Conferencia de Comercio y Desarrollo de la ONU) Rebeca Grynspan y hasta se manejan otros nombres como la actual secretaria de Medio Ambiente de México Alicia Bárcena.
Así, Bachelet ha intentado comenzar a asegurarse los apoyos necesarios para que su candidatura cobre mayor fuerza. En ese camino, se reunió con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y con el presidente uruguayo, Yamandú Orsi, aunque no terminaron de adelantar oficialmente un apoyo.
En diálogo con Sputnik, el analista internacional chileno Gilberto Aranda advirtió que la última reunión de Bachelet con Kast acabó sumando mayor "incertidumbre" a las posibilidades de la dos veces presidente chilena. El mandatario entrante no manifestó un respaldo a la candidatura y se limitó a anunciar que dará a conocer su postura recién a partir del 11 de marzo, cuando asuma su lugar en el Palacio de La Moneda.
"Si Chile decide no apoyar, la candidatura se va a complicar porque lo normal es que tenga el apoyo del Gobierno. Mientras tanto seguiremos en esta incertidumbre y confusión", apuntó el experto.
Una decisión incómoda
Para Aranda, que su llegada al Gobierno chileno haya coincidido con la carrera de Bachelet hacia la Secretaría General de Naciones Unidas puede resultar incómodo para Kast, teniendo en cuenta no solo las diferencias políticas con la exmandataria sino su tradicional posición crítica con respecto al organismo internacional.
En ese sentido, el analista recordó que el líder del Partido Republicano ha manifestado en anteriores campañas electorales "una mirada combativa hacia Naciones Unidas" que, si bien no es tan radical como la de algunos otros dirigentes de la región, sí ha hecho énfasis en "los problemas de eficacia" del organismo.
El experto subrayó además que poner demasiado énfasis en apoyar la opción de Bachelet podría "hacer ruido" con los propios ejes de la campaña que llevaron a Kast a la presidencia, como centrarse en los problemas internos de Chile e incluso restringir más las políticas migratorias del país.
Así las cosas, Aranda entiende que el "escenario más probable" es que, una vez en el poder, Kast opte por "mantenerse un poco al margen" de la discusión regional sobre el cargo en Naciones Unidas, sin dar un apoyo a ninguno de los candidatos en pugna. Para el experto, ese panorama "va a ser complejo para la candidatura de Bachelet".
Aunque valoró los "méritos" de Bachelet para aspirar por el cargo, Aranda lamentó que el Gobierno de Boric no "discutiera más internamente" la resolución antes de postular públicamente su nombre, de manera de evitar que un cambio de signo político dejara por el camino a la dos veces presidenta. "Faltó una discusión interna que asegurara de alguna manera que no tuviéramos que estar ahora en este suspenso", comentó.
Una región fragmentada
Si bien aún restan meses para que Naciones Unidas deba concretar la elección del sucesor del portugués Antonio Guterres, el año 2026 podría presentarse particularmente difícil para que la expresidenta chilena consiga nuevos apoyos.
Para Aranda, uno de los factores más desafiantes para Bachelet es la cantidad de candidatos latinoamericanos que ya han surgido, dificultando la posibilidad de grandes acuerdos regionales en pos de candidaturas comunes.
"Tengo la impresión de que se van a fragmentar los votos, aunque apostaría a que eventualmente se va a buscar algún candidato de mayor consenso. Habrá que ver cuál es", opinó Aranda.
Es en ese punto en el que también comienza a importar las posiciones que podrían tomar los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, un paso clave en el camino para alcanzar la Secretaría General, ya que los miembros podrían llegar a vetar nombres con los que no estén de acuerdo.
Aranda puso la lupa en la posible postura de EEUU sobre una candidatura de la chilena. "Seguramente si hubiera sido un gobierno de raigambre demócrata diría que Bachelet tiene más posibilidades, ya que tiene la experiencia de haber hecho informes sobre Derechos Humanos en China y Venezuela", comentó el experto. Sin embargo, eso no parece estar en la agenda del actual Gobierno de Donald Trump, advirtió el analista.
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