A 90 años del FCE en México: "La Cuarta Transformación no ha llegado a la cultura"
A 90 años del FCE en México: "La Cuarta Transformación no ha llegado a la cultura"
Sputnik Mundo
La estrategia de fomento a la lectura emprendida desde el Fondo de Cultura Económica (FCE) durante el actual sexenio, próximo a concluir, no duplicó los... 16.09.2024, Sputnik Mundo
El sello editorial del Estado mexicano —fundado en 1934 por el historiador, sociólogo, economista, ensayista, diplomático y académico mexicano, Daniel Cosío Villegas, para ofrecer libros de ciencias sociales y humanidades a los estudiantes universitarios— cumplió 90 años este mes y lo celebró con la ratificación del escritor mexicano-español Paco Ignacio Taibo II como su director.La decisión, que fue anunciada en julio por la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ocasionó críticas entre diversos integrantes del gremio cultural del país latinoamericano, quienes califican como errada la visión editorial del autor de Cosa fácil (1977) y cuestionan su manejo del sello que en la década de los 60 publicó Los hijos de Sánchez, bajo la dirección del argentino Arnaldo Orfila.Además, a la luz de las cifras del Módulo de Lectura (Molec), que elabora desde 2015 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los inconformes con la gestión y ratificación de Taibo cuestionan sus credenciales para fomentar la lectura. Dicho estudio muestra que al principio del sexenio, 75 de cada 100 mexicanos (75,4%) dijeron que leen al menos un libro al año; para 2024, la cifra pasó a 70 de cada 100 (69,6%), un descenso de casi seis puntos porcentuales.La lectura es un fenómeno complejoLa evaluación de los hábitos de lectura implica el análisis de distintos factores. Sputnik conversó con lectores, escritores, editores y promotores de lectura del país latinoamericano para indagar en el impacto y la influencia de la estrategia de Paco Ignacio Taibo II en la sociedad mexicana.En palabras de la también doctora en Teoría Literaria por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), cuando se dice que los mexicanos "somos una vergüenza" comparados con los finlandeses, que leen una media de 47 libros al año, se soslaya que, en el país nórdico, la ciudadanía tiene garantizados otros derechos, como el derecho al tiempo libre y a la salud.En cambio, continuó De la Cruz, la mayor parte de los lectores mexicanos se concentran en edades escolares y, conforme terminan su período como estudiantes, pierden este hábito. Por ello, la escritora cuestionó: "¿Qué es lo que no estamos haciendo bien en el sistema educativo para no formar lectores?"."Otra pregunta interesante sería, ¿por qué hay tanta deserción escolar? O sea, ¿por qué la gente deja de ser lectora a tan temprana edad y qué tiene que ver con que deja de estudiar?", observó la crítica literaria.En ese sentido, la escritora consideró que las bajas cifras de lectura son resultado de un entramado sistémico y, por lo mismo, sería injusto esperar que una sola persona tuviera la solución al problema. No obstante, consideró que el perfil de Taibo II no es el idóneo para avanzar en la dirección deseada.Sin embargo, aseguró que el catálogo de libros que se ha publicado durante la dirección de Taibo II no está respondiendo a "las preocupaciones de los lectores y las lectoras" en la actualidad, por lo que, a su modo de ver, "refrendar en el cargo [al escritor] significa que los intereses a los que se responde no son ni lectores, ni editoriales, ni culturales".No basta con dar libros baratosCon ella coincide la mediadora de lectura y editora Alejandra Arévalo, egresada de la carrera de Letras Mexicanas de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y fundadora del Proyecto Soyuz, para quien, desde la llegada de Taibo al FCE, se han dejado de lado aspectos clave, particularmente la promoción de las actividades y eventos de fomento a la lectura.Un ejemplo, dijo Arévalo, es la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), que antes se realizaba en el Centro Nacional de las Artes, al sur de la Ciudad de México y, por decisión de Taibo, se trasladó al Parque Bicentenario, al poniente de la megaurbe, "por cuestiones económicas"."Se le ha dejado de poner atención a ese tipo de dinámicas, que antes hacían mucho más fáciles, se ha dejado de poner atención a las infancias (...) y creo que eso, finalmente, tiene consecuencias, que es lo que estamos viendo", ahondó.En cambio, dijo Arévalo, la actual estrategia de promoción de la lectura se limita a ofrecer un catálogo de libros a precios económicos porque, en su opinión, Taibo y su equipo han adoptado "la política del populismo, en donde creen que hay que darle todo gratis al pueblo". Esto, considera, minimiza la importancia de crear una conexión entre el libro y el lector.Al mismo tiempo, aunque reconoció que es importante garantizar el acceso libre a las dinámicas culturales que se realizan en el país, aseveró que esto no tendría que implicar la precarización de los mediadores de lectura ni del proceso de hacer un libro."Vientos del pueblo"Inspirada en el poema Viento del pueblo, del español Miguel Hernández, en 2019 se lanzó una colección con el mismo nombre, que consta de títulos de géneros como narrativa, crónica periodística, relatos históricos y poesía.Los libros se caracterizan por su extensión breve y precios accesibles —entre los 9 y 20 pesos, es decir, menos de un dólar—, con la intención de llegar a la mayor cantidad de personas."Decidimos que tenían que ser libros breves, de 24 a 60 páginas, (...) pero, además, ofrecerlos a precios muy bajos, sabíamos que tenía que ser una colección que reuniera un abanico de temas para que fuera atractiva para un enorme grupo de personas", relató Taibo un año después de que se lanzó la colección.Con todo, la colección ha sido duramente criticada por libreros, editores y otros miembros del gremio cultural, que califican a los ejemplares de "pliegos engrapados y mal impresos, un timo que no engañó a los lectores". Además, opinan que se trata de una competencia desleal, toda vez que las personas prefieren comprar un ejemplar más barato que uno más caro, afectando a toda la cadena de producción del libro.Al respecto, Óscar de Pablo, integrante de la Brigada para leer en libertad, escritor y editor, consideró que "la democratización de la cultura nos beneficia a todos como ciudadanos, como personas, no especialmente a los intelectuales sino, precisamente, abre las puertas de la cultura a los demás".De esa manera, para de Pablo, el factor del precio de los libros "es absolutamente determinante para que (...) grandes cantidades de gente vean los libros como algo hecho para ellos".No es una competencia deslealAdemás, ponderó que, tanto los títulos de la colección Vientos del Pueblo, como de otras colecciones introducidas por Taibo que incluyen novela gráfica y novela policiaca, son de géneros que el FCE había hecho a un lado, así como autores que no se encuentran fácilmente en el mercado, a pesar de ser muy accesibles."No son libros que el mercado, de por sí, estuviera poniendo al alcance de los lectores, entonces, no es una competencia en el sentido estricto del término", ponderó de Pablo.Sin embargo, el también compilador afirmó que es errado creer que "si la gente no compra libros o se pierde el hábito de la lectura, cosa que sí ha venido pasando conforme el poder adquisitivo de la gente disminuye, o sea, en los últimos 40 años, la industria librera y editorial va a sufrir".Antes bien, apuntó, la industria de los libros se ve afectada "como consecuencia de la pérdida del hábito de la lectura entre una población que cada vez puede acceder menos a los libros, porque la diferencia entre el salario medio y el precio del libro es cada vez más abismal".Por esa razón, Óscar de Pablo aseveró que si alguna crítica se le puede hacer a Paco Ignacio Taibo es que su estrategia no ha sido suficiente para revertir la tendencia del mercado, cuyos precios siguen siendo prohibitivos para el trabajador medio mexicano.La lectura debe ser totalmente gratuitaCon él coincide Mario Bojórquez, poeta y director editorial de Círculo de Poesía, galardonado en el 2007 con el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes por su obra El deseo postergado, y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, para quien el proyecto emprendido por Taibo, "como toda semilla, es algo que apenas está floreciendo".Al mismo tiempo, Bojórquez consideró que la visión del escritor mexicano-español al frente del FCE es la visión del Estado que se aleja de las administraciones pasadas, puesto que "la lectura debe ser totalmente gratuita, la industria del libro, no, porque implica el trabajo de muchas personas: diseñadores, prensistas, almacenistas, libreros, promotores, traductores, autores y editores, toda la cadena y sus ramificaciones".Ahora bien, en opinión del poeta, Taibo puede irritar a ciertos integrantes del gremio debido a que quebró "el amasiato del Gobierno con ciertas editoriales que consumían los presupuestos con mucha literatura basura y escritores realmente mediocres".La 4T "no ha llegado a la cultura"Sin embargo, el autor del Memorial de Ayotzinapa (2016) opinó que es necesario ir más lejos todavía pues, a su consideración, el sistema de relaciones que existe en el mundo de la cultura, particularmente en la literatura, permanece casi intacto.Por lo anterior, Bojórquez aseguró que es necesario buscar esa transformación en la cultura, para lo que "primero tendríamos que reforzar el tema universitario" y, como ejemplo, recordó los tiempos en los que Arnaldo Orfila fundó la editorial Siglo XXI tras ser despedido del FCE por publicar Los hijos de Sánchez."Acuérdate cómo llega este hombre y cómo Siglo XXI se convierte en la editorial universitaria: libros baratos para los estudiantes, libros que tocaban todas las ciencias, especialmente las humanidades. Y por eso es que ahí recibían, de pronto, grandes antologías de personas como Gabriel Zaid, que prepara la Asamblea [de poetas jóvenes de México] para la editorial Siglo XXI; que prepara este otro libro que se llama el Ómnibus de Poesía y cómo Octavio Paz, junto con Alí Chumacero y José Emilio Pacheco y Homero Aridjis preparan Poesía en movimiento, también publicada por Siglo XXI, porque tenían una vocación universitaria", rememora el poeta.Sin embargo, lamentó que, en la actualidad, "las mismas universidades se han totalmente 'afresado'. De pronto, uno voltea a ver las universidades y dice: '¿y dónde está el espíritu, aquí, libertario de los jóvenes?'".Por esa razón, consideró que es necesario provocar que las personas se acerquen a los libros, pero esto no será "del modo en que se acercan los niños a la comida chatarra"."No queremos literatura basura. No queremos literatura de supermercado, de novelas que se leen y se tiran a la basura, porque nadie sería capaz de releerlas. O bien, que se hacen viejas en los burós de las personas, porque las personas, al abrirlo, se duermen de inmediato de tan aburridas que son", aseveró.Así, concluyó que es necesario que "la gente que tenga más valor vaya al frente. No que vayan los apellidos más rancios que hemos visto y revisto y vuelto a ver en las mismas páginas de las mismas revistas rancias que ya nadie quiere leer".
La estrategia de fomento a la lectura emprendida desde el Fondo de Cultura Económica (FCE) durante el actual sexenio, próximo a concluir, no duplicó los índices de lectura como se propuso, pero sentó las bases para transformar la relación de los mexicanos con la lectura, según diversos expertos consultados por Sputnik.
El sello editorial del Estado mexicano —fundado en 1934 por el historiador, sociólogo, economista, ensayista, diplomático y académico mexicano, Daniel Cosío Villegas, para ofrecer libros de ciencias sociales y humanidades a los estudiantes universitarios— cumplió 90 años este mes y lo celebró con la ratificación del escritor mexicano-español Paco Ignacio Taibo II como su director.
La decisión, que fue anunciada en julio por la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ocasionó críticas entre diversos integrantes del gremio cultural del país latinoamericano, quienes califican como errada la visión editorial del autor de Cosa fácil (1977) y cuestionan su manejo del sello que en la década de los 60 publicó Los hijos de Sánchez, bajo la dirección del argentino Arnaldo Orfila.
Ratifican a Taibo en el FCE. Su visión de la edición es una de las más terribles y sosas. Ha manejado la editorial a base de compadrazgos. La FCE es una oportunidad única de construir catálogos con un sentido verdaderamente público y político, pero poco o nada se ha hecho.
Además, a la luz de las cifras del Módulo de Lectura (Molec), que elabora desde 2015 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los inconformes con la gestión y ratificación de Taibo cuestionan sus credenciales para fomentar la lectura. Dicho estudio muestra que al principio del sexenio, 75 de cada 100 mexicanos (75,4%) dijeron que leen al menos un libro al año; para 2024, la cifra pasó a 70 de cada 100 (69,6%), un descenso de casi seis puntos porcentuales.
La lectura es un fenómeno complejo
La evaluación de los hábitos de lectura implica el análisis de distintos factores. Sputnik conversó con lectores, escritores, editores y promotores de lectura del país latinoamericano para indagar en el impacto y la influencia de la estrategia de Paco Ignacio Taibo II en la sociedad mexicana.
"La lectura es un fenómeno muy complejo y que siempre hay que situar en su contexto", expresó a Sputnik la escritora, crítica y editora Nora de la Cruz, autora del libro Te amaba y me chingaste (2018).
En palabras de la también doctora en Teoría Literaria por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), cuando se dice que los mexicanos "somos una vergüenza" comparados con los finlandeses, que leen una media de 47 libros al año, se soslaya que, en el país nórdico, la ciudadanía tiene garantizados otros derechos, como el derecho al tiempo libre y a la salud.
En cambio, continuó De la Cruz, la mayor parte de los lectores mexicanos se concentran en edades escolares y, conforme terminan su período como estudiantes, pierden este hábito. Por ello, la escritora cuestionó: "¿Qué es lo que no estamos haciendo bien en el sistema educativo para no formar lectores?".
"Otra pregunta interesante sería, ¿por qué hay tanta deserción escolar? O sea, ¿por qué la gente deja de ser lectora a tan temprana edad y qué tiene que ver con que deja de estudiar?", observó la crítica literaria.
En ese sentido, la escritora consideró que las bajas cifras de lectura son resultado de un entramado sistémico y, por lo mismo, sería injusto esperar que una sola persona tuviera la solución al problema. No obstante, consideró que el perfil de Taibo II no es el idóneo para avanzar en la dirección deseada.
"Creo que el perfil de Taibo tenía algunas cosas que, en algún sentido, podían ser atractivas en cuanto a fomento a la lectura (...), que él era muy activo en esta cuestión de la Brigada para leer en libertad", mencionó De la Cruz.
Sin embargo, aseguró que el catálogo de libros que se ha publicado durante la dirección de Taibo II no está respondiendo a "las preocupaciones de los lectores y las lectoras" en la actualidad, por lo que, a su modo de ver, "refrendar en el cargo [al escritor] significa que los intereses a los que se responde no son ni lectores, ni editoriales, ni culturales".
No basta con dar libros baratos
Con ella coincide la mediadora de lectura y editora Alejandra Arévalo, egresada de la carrera de Letras Mexicanas de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y fundadora del Proyecto Soyuz, para quien, desde la llegada de Taibo al FCE, se han dejado de lado aspectos clave, particularmente la promoción de las actividades y eventos de fomento a la lectura.
Un ejemplo, dijo Arévalo, es la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), que antes se realizaba en el Centro Nacional de las Artes, al sur de la Ciudad de México y, por decisión de Taibo, se trasladó al Parque Bicentenario, al poniente de la megaurbe, "por cuestiones económicas".
"La FILIJ era uno de los eventos más importantes que se estaban organizando en la ciudad, específicamente porque cuidaba mucho a los primeros lectores, es decir, a infancias, a juventudes, que son donde se empieza, finalmente, a compartir el gusto de leer", dijo a Sputnik la mediadora de lectura.
"Se le ha dejado de poner atención a ese tipo de dinámicas, que antes hacían mucho más fáciles, se ha dejado de poner atención a las infancias (...) y creo que eso, finalmente, tiene consecuencias, que es lo que estamos viendo", ahondó.
En cambio, dijo Arévalo, la actual estrategia de promoción de la lectura se limita a ofrecer un catálogo de libros a precios económicos porque, en su opinión, Taibo y su equipo han adoptado "la política del populismo, en donde creen que hay que darle todo gratis al pueblo". Esto, considera, minimiza la importancia de crear una conexión entre el libro y el lector.
"El problema es que no se están interesando en que eso que están dando barato, ese libro que están dando barato, realmente le interese a los lectores", aseveró Alejandra Arévalo.
Al mismo tiempo, aunque reconoció que es importante garantizar el acceso libre a las dinámicas culturales que se realizan en el país, aseveró que esto no tendría que implicar la precarización de los mediadores de lectura ni del proceso de hacer un libro.
"Vientos del pueblo"
Inspirada en el poema Viento del pueblo, del español Miguel Hernández, en 2019 se lanzó una colección con el mismo nombre, que consta de títulos de géneros como narrativa, crónica periodística, relatos históricos y poesía.
Los libros se caracterizan por su extensión breve y precios accesibles —entre los 9 y 20 pesos, es decir, menos de un dólar—, con la intención de llegar a la mayor cantidad de personas.
"Decidimos que tenían que ser libros breves, de 24 a 60 páginas, (...) pero, además, ofrecerlos a precios muy bajos, sabíamos que tenía que ser una colección que reuniera un abanico de temas para que fuera atractiva para un enorme grupo de personas", relató Taibo un año después de que se lanzó la colección.
"Nos llegaron textos muy interesantes, como el de Nellie Campobello, la mejor narradora de la Revolución mexicana que no ha sido reconocida como se merece, sobre todo porque es mujer", añadió.
Con todo, la colección ha sido duramente criticada por libreros, editores y otros miembros del gremio cultural, que califican a los ejemplares de "pliegos engrapados y mal impresos, un timo que no engañó a los lectores". Además, opinan que se trata de una competencia desleal, toda vez que las personas prefieren comprar un ejemplar más barato que uno más caro, afectando a toda la cadena de producción del libro.
Al respecto, Óscar de Pablo, integrante de la Brigada para leer en libertad, escritor y editor, consideró que "la democratización de la cultura nos beneficia a todos como ciudadanos, como personas, no especialmente a los intelectuales sino, precisamente, abre las puertas de la cultura a los demás".
De esa manera, para de Pablo, el factor del precio de los libros "es absolutamente determinante para que (...) grandes cantidades de gente vean los libros como algo hecho para ellos".
"La idea de que las librerías sean exclusivas, chiquitas, boutique, de libros quizá muy bonitos, pero muy caros, tal como se venía haciendo, me parece que eso sí ha demostrado su bancarrota, no particularmente en los últimos cuatro o cinco años, sino en los últimos 10, 15 o 20. Hay una crisis en la industria editorial y librera que tiene que ver con la falta de creación de lectores", analizó de Pablo.
No es una competencia desleal
Además, ponderó que, tanto los títulos de la colección Vientos del Pueblo, como de otras colecciones introducidas por Taibo que incluyen novela gráfica y novela policiaca, son de géneros que el FCE había hecho a un lado, así como autores que no se encuentran fácilmente en el mercado, a pesar de ser muy accesibles.
"No son libros que el mercado, de por sí, estuviera poniendo al alcance de los lectores, entonces, no es una competencia en el sentido estricto del término", ponderó de Pablo.
"Sí es una competencia, y así lo ven muchos colegas libreros, creo, en el sentido de que la gente prefiere comprar en una librería más barata que en una más cara. Eso es normal que lo vean así y que se sientan, hasta cierto punto, perjudicados de que la librería de al lado vende más barato", añadió.
Sin embargo, el también compilador afirmó que es errado creer que "si la gente no compra libros o se pierde el hábito de la lectura, cosa que sí ha venido pasando conforme el poder adquisitivo de la gente disminuye, o sea, en los últimos 40 años, la industria librera y editorial va a sufrir".
Antes bien, apuntó, la industria de los libros se ve afectada "como consecuencia de la pérdida del hábito de la lectura entre una población que cada vez puede acceder menos a los libros, porque la diferencia entre el salario medio y el precio del libro es cada vez más abismal".
Por esa razón, Óscar de Pablo aseveró que si alguna crítica se le puede hacer a Paco Ignacio Taibo es que su estrategia no ha sido suficiente para revertir la tendencia del mercado, cuyos precios siguen siendo prohibitivos para el trabajador medio mexicano.
"Nada que haga una sola persona, por desgracia, nada que haga una editorial, ni aunque sea una editorial tan grande, puede revertir esa tendencia. Se necesitan cambios sociales más profundos para revertir esa tendencia. Pero, por lo menos, se han dado pasos en la dirección correcta", argumentó Óscar de Pablo.
La lectura debe ser totalmente gratuita
Con él coincide Mario Bojórquez, poeta y director editorial de Círculo de Poesía, galardonado en el 2007 con el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes por su obra El deseo postergado, y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, para quien el proyecto emprendido por Taibo, "como toda semilla, es algo que apenas está floreciendo".
"No sabemos si, continuadamente, una estrategia puede discurrir en el tiempo ciertas formas de éxito o no tenerlas", relató el poeta sinaloense en entrevista con Sputnik.
Al mismo tiempo, Bojórquez consideró que la visión del escritor mexicano-español al frente del FCE es la visión del Estado que se aleja de las administraciones pasadas, puesto que "la lectura debe ser totalmente gratuita, la industria del libro, no, porque implica el trabajo de muchas personas: diseñadores, prensistas, almacenistas, libreros, promotores, traductores, autores y editores, toda la cadena y sus ramificaciones".
Ahora bien, en opinión del poeta, Taibo puede irritar a ciertos integrantes del gremio debido a que quebró "el amasiato del Gobierno con ciertas editoriales que consumían los presupuestos con mucha literatura basura y escritores realmente mediocres".
"Eso es lo que principalmente les molesta. No les molesta si alguien está interesado en generar un lector por primera vez o si quiere generar lectores en ciertos sectores de la sociedad a los que los libros no llegan", aseveró Bojórquez.
La 4T "no ha llegado a la cultura"
Sin embargo, el autor del Memorial de Ayotzinapa (2016) opinó que es necesario ir más lejos todavía pues, a su consideración, el sistema de relaciones que existe en el mundo de la cultura, particularmente en la literatura, permanece casi intacto.
"La Cuarta Transformación (como el presidente Andrés Manuel López Obrador nombró a su proyecto de Gobierno) no ha llegado a la cultura, no está ni de cerca, ni de lejos, presente en la cultura. Yo voy a Bellas Artes, a una lectura literaria, y sigo viendo a las mismas personas que participan de una élite cultural en donde hay ciertos modos de hablar, en donde hay ciertos modos de conducirse, que siguen siendo los mismos del PRI (Partido Revolucionario Institucional)", ponderó el director y cofundador de Círculo de Poesía.
Por lo anterior, Bojórquez aseguró que es necesario buscar esa transformación en la cultura, para lo que "primero tendríamos que reforzar el tema universitario" y, como ejemplo, recordó los tiempos en los que Arnaldo Orfila fundó la editorial Siglo XXI tras ser despedido del FCE por publicar Los hijos de Sánchez.
"Acuérdate cómo llega este hombre y cómo Siglo XXI se convierte en la editorial universitaria: libros baratos para los estudiantes, libros que tocaban todas las ciencias, especialmente las humanidades. Y por eso es que ahí recibían, de pronto, grandes antologías de personas como Gabriel Zaid, que prepara la Asamblea [de poetas jóvenes de México] para la editorial Siglo XXI; que prepara este otro libro que se llama el Ómnibus de Poesía y cómo Octavio Paz, junto con Alí Chumacero y José Emilio Pacheco y Homero Aridjis preparan Poesía en movimiento, también publicada por Siglo XXI, porque tenían una vocación universitaria", rememora el poeta.
Sin embargo, lamentó que, en la actualidad, "las mismas universidades se han totalmente 'afresado'. De pronto, uno voltea a ver las universidades y dice: '¿y dónde está el espíritu, aquí, libertario de los jóvenes?'".
Por esa razón, consideró que es necesario provocar que las personas se acerquen a los libros, pero esto no será "del modo en que se acercan los niños a la comida chatarra".
"No queremos literatura basura. No queremos literatura de supermercado, de novelas que se leen y se tiran a la basura, porque nadie sería capaz de releerlas. O bien, que se hacen viejas en los burós de las personas, porque las personas, al abrirlo, se duermen de inmediato de tan aburridas que son", aseveró.
Así, concluyó que es necesario que "la gente que tenga más valor vaya al frente. No que vayan los apellidos más rancios que hemos visto y revisto y vuelto a ver en las mismas páginas de las mismas revistas rancias que ya nadie quiere leer".
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