Preparan un inédito de García Márquez: "La literatura se ha convertido en una mercancía mainstream"
Preparan un inédito de García Márquez: "La literatura se ha convertido en una mercancía mainstream"
Sputnik Mundo
Un novelista, poeta y director de cine italiano, Pier Paolo Pasolini, ejercía también la crítica literaria. Tras el éxito internacionalizado de la novela 'Cien... 18.05.2023, Sputnik Mundo
"Otro lugar común (parece) es el de considerar una obra maestra Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, que acaban de reimprimir. Esto me parece simplemente ridículo. Se trata de la novela de un guionista o de un costumbrista, escrita con gran vitalidad y derroche del tradicional manierismo barroco latinoamericano, hecha como para los grandes estudios cinematográficos norteamericanos (si es que aún existen)", escribió el autor de Las cenizas de Gramsci."Todos los personajes son mecanismos inventados —a veces con espléndido talento— por un guionista: todos tienen los 'tics' demagógicos destinados al éxito espectacular. Parece que el autor —mucho más inteligente que sus críticos— lo sabe perfectamente: 'Nunca antes se le había ocurrido —dice en la única consideración metalingüística de su novela— pensar en la literatura como en el mejor de los juguetes que se hubiera inventado para burlarse de la gente…' No cabe duda de que Márquez es un burlón fascinante, y esto es tan cierto que todos los bobos se la creyeron", opinó Pasolini.A casi 10 años de su muerte, ocurrida en abril de 2014 en la Ciudad de México, dos gigantes empresariales de la impresión trasnacional de libros, Penguin Random House y Planeta, cantaron ya la próxima publicación de un inédito del colombiano, galardonado con el premio Nobel de literatura en 1982."La novela inédita de Gabriel García Márquez, el escritor más leído de nuestra lengua, será publicada en la primavera de 2024 en México, Centroamérica y Caribe por editorial Diana", apunta Planeta en un comunicado, que absorbió el sello, mientras que el resto de lectores hispanoparlantes podrán comprar ejemplares del libro bajo las tapas de Random House.En agosto nos vemos, se llama el nuevo título a sumarse a la bibliografía de García Márquez, formada por novelas, cuentos, reportajes, crónicas y una autobiografía, en términos generales."La novela llegará a manos de los lectores en coincidencia con los primeros 10 años de la muerte de García Márquez y luego de 20 años de su última novela publicada, Memoria de mis putas tristes. El hecho será un acontecimiento literario mundial", adelanta Planeta.A propósito de esta promesa de éxito literario y comercial adelantado, Sputnik conversó con la doctora en letras Mariana Ozuna, académica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para problematizar las resonancias culturales y políticas de este anuncio del mercado del libro.—Ante la publicación de En agosto nos vemos, ¿hasta qué punto estamos ante un evento cultural y hasta qué punto frente a una fiesta del marketing y la mercancía? —pregunta Sputnik a la especialista y docente.—"La industria editorial es la literatura y esta industria opera como lo hace la industria de la moda, es decir, acaparando materias primas que garanticen tres o 10 años antes los colores y telas que se usarán en una temporada o por un año. La literatura se ha convertido en una mercancía mainstream", apunta Ozuna."Las sagas juveniles y sus ciclos (estilo Harry Potter) nos lo han enseñado: interesa más quién distribuirá el objeto que la dimensión literaria del objeto", agrega.—Puede analizarse que García Márquez es un buen prosista cuya práctica fuera de la literatura pronto se alió con poderes como el del presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, además de que el autor de El amor en los tiempos del cólera se inscribió a la clase alta latinoamericana tras convertirse en un autor superventas, con una casa en uno de los barrios más exclusivos de la Ciudad de México. ¿Por qué y quiénes fomentan la idea de que escribir en América Latina es volverse millonario y amigo de presidentes y empresarios?—"Estamos hablando de otro mundo, cuando los escritores hechos intelectuales participaban de las mieles del poder y salían con la cara a medio lavar. Márquez entendió que vender América Latina al mundo tendría que pasar por la autoexotización: un latinoamericano es el más autorizado, según el mito de la originalidad y del sincerismo, para tropicalizar el continente, logrando una versión ligera, vendible, que exacerba las creencias y prejuicios sobre la magia de América Latina, fácil de reificar y de consumir", explora la investigadora.En contraste, considera la lectora profesional, otros autores latinoamericanos, como los peruanos César Vallejo y José María Arguedas, no escribían de América Latina sino para América Latina."Si Márquez y su obra, irónicamente, nos revelan que América Latina se puede encuadernar y vender como una guía de forasteros que nos lleva por los barrios aceptables, (por) las lógicas comprensibles, Arguedas, (Reinaldo) Arenas, Silvina Ocampo se niegan a la condescendencia y nos introducen en lo desconocido de nosotros mismos; nos destripan, pues, para mejor sabernos en la historia".—García Márquez alcanzó el triunfo de la visibilidad internacional definitivo desde 1967, con la masificación de Cien años de soledad. Ya entonces se criticaba que su excesiva promoción invisibilizaba a otras voces del panorama latinoamericano, como el también novelista Augusto Roa Bastos, originario de Paraguay. ¿Qué tanto ha cambiado este domino del colombiano más de medio siglo después del inicio de estas dinámicas editoriales centralizadas en unos cuantos nombres?—"Me imagino, más que saber, adivino más que saber, si y solo si lo que he dicho sobre la industria editorial y sus lógicas se aproxima a lo que efectivamente sucede, entonces quienes estudiamos literatura estamos irremediablemente desfasados; es decir, carecemos por formación de las herramientas para desentrañar este tipo de fenómenos que suponen lógicas globales"."Dado que seguimos creyendo en una metafísica de lo literario y en una física de lo literario, ¿cómo entender que para estos conglomerados Márquez probablemente ni siquiera sea colombiano? Los estudiosos de la literatura seguimos creyendo, como si de religión se tratara, en la belleza, en la trascendencia de la obra, en la textualidad como materia, en el autor como materia; y al parecer desde hace unas décadas esto ha cambiado radicalmente: quienes están en la industria editorial pueden testimoniar que una novela —Punto de cruz, por ejemplo [dice en referencia al libro de la mexicana Jazmina Barrera]— no es el resultado de la escritura de quien lo firma, sino que intervienen investigadores, copies, políticas editoriales que provienen de dictámenes, análisis de tendencias", acusa la académica.Si a estos episodios se suma la participación cada vez más inminente de las inteligencias artificiales, estima Ozuna, hablar del autor y las autorías resulta para la industria editorial más que un arcaísmo, más que una reliquia."Quienes estudiamos literatura debemos, a pesar de nuestras limitaciones, intentar comprender de qué depende que Márquez y no Arguedas se promocione. No depende de la calidad prosística, o diríamos que ese no es el factor determinante: si un título se cuela en el canon escolar, en los planes de estudio, en los libros de texto, ¡tarán!, será vendible a cierta escala, (o bien) si un texto es premiado, si hay una efeméride, si coincide con la industria del entretenimiento. Recuerdo que llegué a Philip K. Dick por Blade Runner, y claro, el libro no es la máquina de ensoñaciones que es el cine, es otra máquina", ilustra Ozuna."Márquez comprendió que el futuro de su oficio era la aparición, la sobreexposición. Hoy en día la literatura que se vende está en la mesa de novedades y en las redes, ahí leemos a lxs autorxs hablar sin recato de sí. Arguedas, (Manuel) Scorza están a punto de dejar de existir bajo esa lógica de la distribución y de garantizar la venta. En cambio Márquez logró la inmortalidad que ofrece el mercado: la rentabilidad de las regalías gracias a lectores cautivos".—Nadie puede escatimarle a García Márquez la habilidad para titular con belleza y rebuscamiento sus obras: Crónica de una muerte anunciada, El coronel no tiene quien le escriba, El amor en los tiempos del cólera. Este inédito que cocinan Planeta y Random House, En agosto nos vemos, parece no coincidir con el estilo del Nobel. ¿Qué tan probable es que estemos ante una falsificación de su obra con fines comerciales?, ¿y qué tan común es esta falsificación de grandes nombres, como Roberto Bolaño, para acumular dinero en beneficio de las empresas del libro?—"Hablaba de la creencia en la autoría como creencia. En la industria del cine hace décadas se logró entender que el cine no eran los actores ni el director, sino la convergencia de decenas de profesionales. Aunque se sigue venerando a los directores, cada vez es más claro que los editores son esenciales, lo fueron para (Alfred) Hitchcock y lo es para todos"."Hoy sabemos que todo actor que logre posicionarse por unos años buscará producir porque ahí están los dineros aparentemente y otro tipo de creatividad. El cine reconoce cada vez más a todos los involucrados; esto no sucede en la industria editorial, en la cual los diseñadores, los editores, correctores, que suelen ser coescritores), los traductores, no obtienen no solo reconocimiento sino derechos sobre las ganancias que su trabajo produce"."¿Será obra de Márquez eso que será firmado por él aunque esté muerto? Mejor aún, ¿importa? Para quienes aman al Nobel colombiano no importa; para quienes no lo aman, tampoco. La decisión ya se tomó: En agosto nos vemos bien puede ser un cadáver exquisito o una serie de notas de Márquez, lo verdaderamente importante es que con esta publicación nos damos cuenta de que la institución moderna de la autoría es finalmente espectral", valora la universitaria.Para contraejemplificar, la doctora en letras recuerda que el filósofo francés Michel Foucault dejó escrito que se publicaran únicamente aquellas obras que él autorizó, "pero la industria logró revocar el mandato del muerto sobre su legado y, ansiosos, algunos esperamos la publicación de El poder, una bestia magnífica".Y concluye Mariana Ozuna: "Y ahora nos dicen que hay un manuscrito, un inédito de Foucault titulado El discurso filosófico… Se edita, se publica, se produce: se nos hace consumir-leer algo. En agosto nos vemos evidencia que la industria y los herederos ya entendieron plenamente por qué es incorrecto decir que hay cinco películas de Rocky: no sabemos cuántas hay, las que haya las veremos".
colombia, 🎭 arte y cultura, gabriel garcía márquez, carlos salinas de gortari, méxico, cien años de soledad, harry potter, literatura, cine, alfred hitchcock, rocky (película), 💬 opinión y análisis
colombia, 🎭 arte y cultura, gabriel garcía márquez, carlos salinas de gortari, méxico, cien años de soledad, harry potter, literatura, cine, alfred hitchcock, rocky (película), 💬 opinión y análisis
Preparan un inédito de García Márquez: "La literatura se ha convertido en una mercancía mainstream"
Un novelista, poeta y director de cine italiano, Pier Paolo Pasolini, ejercía también la crítica literaria. Tras el éxito internacionalizado de la novela 'Cien años de soledad', publicada por el colombiano Gabriel García Márquez en 1967, el pensador europeo puso en cuestión la legitimidad de la obra.
"Otro lugar común (parece) es el de considerar una obra maestra Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, que acaban de reimprimir. Esto me parece simplemente ridículo. Se trata de la novela de un guionista o de un costumbrista, escrita con gran vitalidad y derroche del tradicional manierismo barroco latinoamericano, hecha como para los grandes estudios cinematográficos norteamericanos (si es que aún existen)", escribió el autor de Las cenizas de Gramsci.
"Todos los personajes son mecanismos inventados —a veces con espléndido talento— por un guionista: todos tienen los 'tics' demagógicos destinados al éxito espectacular. Parece que el autor —mucho más inteligente que sus críticos— lo sabe perfectamente: 'Nunca antes se le había ocurrido —dice en la única consideración metalingüística de su novela— pensar en la literatura como en el mejor de los juguetes que se hubiera inventado para burlarse de la gente…' No cabe duda de que Márquez es un burlón fascinante, y esto es tan cierto que todos los bobos se la creyeron", opinó Pasolini.
A casi 10 años de su muerte, ocurrida en abril de 2014 en la Ciudad de México, dos gigantes empresariales de la impresión trasnacional de libros, Penguin Random House y Planeta, cantaron ya la próxima publicación de un inédito del colombiano, galardonado con el premio Nobel de literatura en 1982.
"La novela inédita de Gabriel García Márquez, el escritor más leído de nuestra lengua, será publicada en la primavera de 2024 en México, Centroamérica y Caribe por editorial Diana", apunta Planeta en un comunicado, que absorbió el sello, mientras que el resto de lectores hispanoparlantes podrán comprar ejemplares del libro bajo las tapas de Random House.
En agosto nos vemos, se llama el nuevo título a sumarse a la bibliografía de García Márquez, formada por novelas, cuentos, reportajes, crónicas y una autobiografía, en términos generales.
"La novela llegará a manos de los lectores en coincidencia con los primeros 10 años de la muerte de García Márquez y luego de 20 años de su última novela publicada, Memoria de mis putas tristes. El hecho será un acontecimiento literario mundial", adelanta Planeta.
A propósito de esta promesa de éxito literario y comercial adelantado, Sputnik conversó con la doctora en letras Mariana Ozuna, académica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para problematizar las resonancias culturales y políticas de este anuncio del mercado del libro.
—Ante la publicación de En agosto nos vemos, ¿hasta qué punto estamos ante un evento cultural y hasta qué punto frente a una fiesta del marketing y la mercancía? —pregunta Sputnik a la especialista y docente.
—"La industria editorial es la literatura y esta industria opera como lo hace la industria de la moda, es decir, acaparando materias primas que garanticen tres o 10 años antes los colores y telas que se usarán en una temporada o por un año. La literatura se ha convertido en una mercancía mainstream", apunta Ozuna.
"Las sagas juveniles y sus ciclos (estilo Harry Potter) nos lo han enseñado: interesa más quién distribuirá el objeto que la dimensión literaria del objeto", agrega.
—Puede analizarse que García Márquez es un buen prosista cuya práctica fuera de la literatura pronto se alió con poderes como el del presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, además de que el autor de El amor en los tiempos del cólera se inscribió a la clase alta latinoamericana tras convertirse en un autor superventas, con una casa en uno de los barrios más exclusivos de la Ciudad de México. ¿Por qué y quiénes fomentan la idea de que escribir en América Latina es volverse millonario y amigo de presidentes y empresarios?
—"Estamos hablando de otro mundo, cuando los escritores hechos intelectuales participaban de las mieles del poder y salían con la cara a medio lavar. Márquez entendió que vender América Latina al mundo tendría que pasar por la autoexotización: un latinoamericano es el más autorizado, según el mito de la originalidad y del sincerismo, para tropicalizar el continente, logrando una versión ligera, vendible, que exacerba las creencias y prejuicios sobre la magia de América Latina, fácil de reificar y de consumir", explora la investigadora.
En contraste, considera la lectora profesional, otros autores latinoamericanos, como los peruanos César Vallejo y José María Arguedas, no escribían de América Latina sino para América Latina.
"Si Márquez y su obra, irónicamente, nos revelan que América Latina se puede encuadernar y vender como una guía de forasteros que nos lleva por los barrios aceptables, (por) las lógicas comprensibles, Arguedas, (Reinaldo) Arenas, Silvina Ocampo se niegan a la condescendencia y nos introducen en lo desconocido de nosotros mismos; nos destripan, pues, para mejor sabernos en la historia".
—García Márquez alcanzó el triunfo de la visibilidad internacional definitivo desde 1967, con la masificación de Cien años de soledad. Ya entonces se criticaba que su excesiva promoción invisibilizaba a otras voces del panorama latinoamericano, como el también novelista Augusto Roa Bastos, originario de Paraguay. ¿Qué tanto ha cambiado este domino del colombiano más de medio siglo después del inicio de estas dinámicas editoriales centralizadas en unos cuantos nombres?
—"Me imagino, más que saber, adivino más que saber, si y solo si lo que he dicho sobre la industria editorial y sus lógicas se aproxima a lo que efectivamente sucede, entonces quienes estudiamos literatura estamos irremediablemente desfasados; es decir, carecemos por formación de las herramientas para desentrañar este tipo de fenómenos que suponen lógicas globales".
"Dado que seguimos creyendo en una metafísica de lo literario y en una física de lo literario, ¿cómo entender que para estos conglomerados Márquez probablemente ni siquiera sea colombiano? Los estudiosos de la literatura seguimos creyendo, como si de religión se tratara, en la belleza, en la trascendencia de la obra, en la textualidad como materia, en el autor como materia; y al parecer desde hace unas décadas esto ha cambiado radicalmente: quienes están en la industria editorial pueden testimoniar que una novela —Punto de cruz, por ejemplo [dice en referencia al libro de la mexicana Jazmina Barrera]— no es el resultado de la escritura de quien lo firma, sino que intervienen investigadores, copies, políticas editoriales que provienen de dictámenes, análisis de tendencias", acusa la académica.
Si a estos episodios se suma la participación cada vez más inminente de las inteligencias artificiales, estima Ozuna, hablar del autor y las autorías resulta para la industria editorial más que un arcaísmo, más que una reliquia.
"Quienes estudiamos literatura debemos, a pesar de nuestras limitaciones, intentar comprender de qué depende que Márquez y no Arguedas se promocione. No depende de la calidad prosística, o diríamos que ese no es el factor determinante: si un título se cuela en el canon escolar, en los planes de estudio, en los libros de texto, ¡tarán!, será vendible a cierta escala, (o bien) si un texto es premiado, si hay una efeméride, si coincide con la industria del entretenimiento. Recuerdo que llegué a Philip K. Dick por Blade Runner, y claro, el libro no es la máquina de ensoñaciones que es el cine, es otra máquina", ilustra Ozuna.
"Márquez comprendió que el futuro de su oficio era la aparición, la sobreexposición. Hoy en día la literatura que se vende está en la mesa de novedades y en las redes, ahí leemos a lxs autorxs hablar sin recato de sí. Arguedas, (Manuel) Scorza están a punto de dejar de existir bajo esa lógica de la distribución y de garantizar la venta. En cambio Márquez logró la inmortalidad que ofrece el mercado: la rentabilidad de las regalías gracias a lectores cautivos".
—Nadie puede escatimarle a García Márquez la habilidad para titular con belleza y rebuscamiento sus obras: Crónica de una muerte anunciada, El coronel no tiene quien le escriba, El amor en los tiempos del cólera. Este inédito que cocinan Planeta y Random House, En agosto nos vemos, parece no coincidir con el estilo del Nobel. ¿Qué tan probable es que estemos ante una falsificación de su obra con fines comerciales?, ¿y qué tan común es esta falsificación de grandes nombres, como Roberto Bolaño, para acumular dinero en beneficio de las empresas del libro?
—"Hablaba de la creencia en la autoría como creencia. En la industria del cine hace décadas se logró entender que el cine no eran los actores ni el director, sino la convergencia de decenas de profesionales. Aunque se sigue venerando a los directores, cada vez es más claro que los editores son esenciales, lo fueron para (Alfred) Hitchcock y lo es para todos".
"Hoy sabemos que todo actor que logre posicionarse por unos años buscará producir porque ahí están los dineros aparentemente y otro tipo de creatividad. El cine reconoce cada vez más a todos los involucrados; esto no sucede en la industria editorial, en la cual los diseñadores, los editores, correctores, que suelen ser coescritores), los traductores, no obtienen no solo reconocimiento sino derechos sobre las ganancias que su trabajo produce".
"¿Será obra de Márquez eso que será firmado por él aunque esté muerto? Mejor aún, ¿importa? Para quienes aman al Nobel colombiano no importa; para quienes no lo aman, tampoco. La decisión ya se tomó: En agosto nos vemos bien puede ser un cadáver exquisito o una serie de notas de Márquez, lo verdaderamente importante es que con esta publicación nos damos cuenta de que la institución moderna de la autoría es finalmente espectral", valora la universitaria.
Para contraejemplificar, la doctora en letras recuerda que el filósofo francés Michel Foucault dejó escrito que se publicaran únicamente aquellas obras que él autorizó, "pero la industria logró revocar el mandato del muerto sobre su legado y, ansiosos, algunos esperamos la publicación de El poder, una bestia magnífica".
Y concluye Mariana Ozuna: "Y ahora nos dicen que hay un manuscrito, un inédito de Foucault titulado El discurso filosófico… Se edita, se publica, se produce: se nos hace consumir-leer algo. En agosto nos vemos evidencia que la industria y los herederos ya entendieron plenamente por qué es incorrecto decir que hay cinco películas de Rocky: no sabemos cuántas hay, las que haya las veremos".
No te pierdas las noticias más importantes
Suscríbete a nuestros canales de Telegram a través de estosenlaces.
Ya que la aplicación Sputnik está bloqueada en el extranjero, en este enlace puedes descargarla e instalarla en tu dispositivo móvil (¡solo para Android!).
El acceso al chat ha sido bloqueado por violación de las reglas.
Usted puede volver a participar dentro de∞.
Si no está de acuerdo con el bloqueo, utilice el formulario de contacto>
La discusión ha sido cerrada. Se puede participar en una discusión durante 24 horas después de la publicación de la noticia.