A lo largo de los cuatro años en la Presidencia de EEUU, Trump cayó 183 posiciones en el ranking de Forbes de los 400 estadounidenses más ricos. Actualmente, el mandatario ocupa el lugar 339 en la prestigiosa lista.
En marzo de 2016, antes de conquistar el puesto más alto de la política del país norteamericano, el patrimonio neto estimado del magnate era de cerca de 4.500 millones de dólares. A día de hoy, según Forbes, la fortuna de Trump es de 2.500 millones.
Es posible, sin embargo, que no haya sido la Presidencia lo que dilapidó el patrimonio del multimillonario, ya que muchos de los gastos del jefe de Estado durante los últimos cuatro años se pagaron con el dinero de los contribuyentes estadounidenses. Únicamente para brindar seguridad en las numerosas propiedades del presidente, como en su residencia Mar-a-Lago, se estima que se gastan 41 millones de dólares anuales, según The Intercept.
Entonces... ¿A dónde se fue todo el dinero?
Según Forbes, las mayores disminuciones en la fortuna de Trump ocurrieron en 2017 y en 2020. El patrimonio del presidente se redujo de 3.700 millones de dólares a finales de 2016 y a 3.100 millones en 2017. Estas pérdidas, según el medio, se debieron supuestamente a una baja en el comercio minorista y en los mercados de bienes raíces de oficinas de la ciudad de Nueva York, dos esferas en las que Trump tiene numerosos activos.
La pandemia del coronavirus ha sido considerada la principal fuente del encogimiento de la fortuna del multimillonario los últimos meses. Esto se debe a que sus principales fuentes de riqueza son sus numerosos hoteles, edificios de oficinas y campos de golf, sectores bastante afectados por las medidas implementadas en el país para evitar la propagación del COVID-19.
La pandemia, sin embargo, ha sido beneficiosa para algunos de los negocios de Trump, incluidos los garajes. El republicano tiene alrededor de 350 espacios de estacionamiento en Manhattan, una buena inversión en un momento en que las personas prefieren evitar el uso del transporte público. Además, Trump sigue siendo propietario del Mar-a-Lago Club en Florida y de tres casas cercanas. Estas, que son propiedades de primera en tiempos normales, son especialmente valiosas ahora que los neoyorquinos están huyendo de la ciudad y haciendo subir los precios de las residencias en la cercana Palm Beach.