Según los autores del artículo, Drew Harwell y Amy Brittain, casi la mitad de este monto —26,8 millones— serán destinados a la protección de la familia presidencial en su residencia de tres pisos en la Torre Trump en Manhattan, donde todavía viven la primera dama, Melania Trump, y el hijo menor del mandatario, Barron.
Para este año 2017, el Servicio Secreto había solicitado 734 millones de dólares para su partida de "operaciones y apoyo", en la que está incluida la protección de la familia presidencial. Los 60 millones adiciones se solicitan para el año 2018.
El estilo de vida de la familia Trump ha supuesto un sobrecosto no solo para el Servicio Secreto, sino también para la Policía de Nueva York, que destina unos 300.000 dólares diarios para la protección de la Torre Trump, localizada en Manhattan.
Asimismo, la Oficina del Sheriff de Palm Beach (Florida), donde se ubica Mar-a-Lago —la mansión propiedad de Trump a la que el presidente suele viajar con su familia los fines de semana y a la que también invita a mandatarios de otros países— ha gastado 1,5 millones de dólares desde que Trump es presidente. Además, la Guardia Costera, que vigila las costas frente a la mansión, ha tenido que aumentar sus gastos.
"Es por eso que gastamos miles de millones de dólares en el personal, los perros, las tecnologías, las cercas, las personas encubiertas y la vigilancia por vídeo. Y aun así, uno es capaz de acercarse a la Casa Blanca y pasar 17 minutos antes de ser aprehendido. Esto es increíble", comentó entonces el congresista republicano Jason Chaffetz, presidente del Comité de la Cámara de Estados Unidos sobre la Reforma de Supervisión y de Gobierno.