¿A la desesperada?
Tras los recientes ataques terroristas perpetrados en tierras europeas, el primer ministro de Austria, Sebastian Kurz, se convirtió en el mejor aliado de Francia, según el entorno del mandatario galo, Emmanuel Macron. Tanto, que éste último convocó al primero al Elíseo para trazar nuevas líneas maestras de lucha contra ese flagelo que cada vez se enquista más en el viejo continente.
Respuesta comunitaria común, valga la redundancia, fue lo que reclamó el mandatario galo a sus contertulios, que deberá incluir una reforma profunda e integral del espacio Schengen para asegurar las fronteras externas. En el mismo sentido, pidió una mejor cooperación entre policías y servicios de información, que hasta ahora se ha antojado inexistente, así como una directiva europea exprés para eliminar de las redes sociales, cuentas con propaganda terrorista.
"Cuando surgen problemas de atentados yihadistas dentro de la frontera de Europa occidental, se tiene un discurso, y cuando ocurren en otras partes, se tiene otro diferente", advierte el analista internacional Carlos Martínez.
"Está claro que hay personas, terroristas en concreto, que abusan del derecho de asilo, y curiosamente son personas que tienen una militancia próxima a organizaciones terroristas como Al Qaeda o Daesh. Por tanto, es evidente también que hay otras medidas que tomar como son las policiales, porque en el caso de los atentados en Austria ha habido una auténtica descoordinación y una dejadez por parte de sus autoridades, porque Chequia les avisó de la posibilidad de atentado porque uno de estos terroristas andaba buscando municiones en el otro país europeo", subraya el experto.
Para el analista, lo que tiene que hacer Francia, España, o en general todos los países occidentales, es replantearse su política exterior en los países árabes que se ha basado desde tiempo inmemorial, en desestabilizar gobiernos laicos que, por cualquier motivo, no son obedientes a las políticas que les dictan de Washington.
"No se puede desestabilizar [a países árabes] apoyando a grupos terroristas, tal como ha pasado en muchos países: en Afganistán, en Irak, en Siria, en Somalia, en Libia. Entonces, alguna lección habrá que aprender. Pero parece que no, parece que quieren seguir apoyando a estos terroristas aunque luego causen víctimas civiles dentro de sus fronteras antes que renunciar a este tipo de guerra sucia", incide Martínez.
Los terroristas acusan recibo
No habían pasado 24 horas, cuando los terroristas respondieron a la UE, y en especial a Macron, a su estilo: con un nuevo ataque. Y es que al día siguiente del cónclave, en Arabia Saudí cuatro personas resultaron heridas a causa de una explosión en un acto convocado por la Embajada de Francia en el que se conmemoraba el día del Armisticio que puso punto final a la Primera Guerra Mundial, y en el que participaban diplomáticos de países de la UE. Concretamente, el escenario fue el cementerio no musulmán de Yeda.
En opinión del analista, este ataque está relacionado con lo que está pasando en Europa. "Sobre todo por parte de Erdogan se ha comenzado una campaña antifrancesa, especialmente contra su presidente, por las declaraciones que hizo a raíz del asesinato vil de un profesor en París. De manera que en el mundo musulmán hay una campaña instigada por Erdogan", avisa.
"Lo que habría que recordar a los creyentes musulmanes es que la convivencia debe ser entre iguales. […] Lo que no puede ser es que este tipo de conflicto que está surgiendo cuando la gente que va a vivir a los países musulmanes tiene que someterse a sus reglas, y me parecerá bien o mal, pero se debería exigir lo mismo para los inmigrantes musulmanes que viven en Francia o en España", remacha Carlos Martínez.