¿En el pecado, está la penitencia?
Múltiple. Así fue el atentado terrorista que padeció Viena en una Europa que un día sí, y otro también, constata que está ante una guerra sin cuartel y con un enemigo que se esconde a plena luz del día.
Y es que Fejzulai Kujtim, el terrorista austríaco de 20 años, hijo de inmigrantes albaneses de Macedonia del Norte, había llenado todos los cartones para ser alguien de mucho cuidado y para ser vigilado muy de cerca: fundamentalista del ISIS y con antecedentes penales, había sido encarcelado por intentar unirse a los yihadistas en Siria y fue liberado antes de tiempo, en diciembre de 2019, momento desde el cual era vigilado.
El analista militar Gustavo Morales Delgado fundamenta este tipo de 'distracciones' de parte de las autoridades del viejo continente, en que Europa siempre ha ido a la cola del cambio en los análisis de inteligencia que realizó EEUU, que redujo, y mucho, la captación de la inteligencia humana y se decantó fundamentalmente por la captación de la inteligencia electrónica.
"La captación de la inteligencia electrónica te da una base de datos enorme, que luego muy pocos analistas tienen la capacidad de revisar y sacar conclusiones de ello", explica el experto.
Atentado a los valores austríacos
Kurz incidió en que se trató de un atentado por odio a los valores fundamentales y el modo de vida de Austria, perpetrado por odio a su democracia en la que todas las personas son iguales, y sentenció: "No es un conflicto entre cristianos y musulmanes o entre austriacos e inmigrantes. Es una lucha entre muchas personas que creen en la paz y esas pocas que quieren una guerra. Es una lucha entre la civilización y la barbarie".
Morales Delgado disiente con Kurz: "Es una lucha entre dos civilizaciones. Una es la civilización occidental, desde Gibraltar hasta los Urales, y otra es la civilización islámica".
"En ese combate, unos están empeñados en 'hacer buenismo', con lo cual las bajas siguen creciendo, mientras los otros tienen muy claro a dónde quieren ir y cómo quieren llegar", protesta el analista respecto a la actitud que muestran hacia cierta inmigración algunos gobiernos, políticos, instituciones y organizaciones europeas.
El ataque
En este sentido, el experto incide en que Europa está "tratando con países como Catar, Bahréin, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, que están fomentando muchos movimientos de este tipo, especialmente el wahabismo saudí, y que en aras del negocio les permitimos abrir nuevas mezquitas, traer nuevos imanes que empiezan a tratarnos una vez más de infieles, de diabólicos, y que están generando dentro de una juventud que se encuentra sin trabajo, sin soluciones de vida, sin capacidad para generar un futuro propio, una razón para alzarse y para combatir a ese sistema".
Modo de vida
Morales Delgado endilga en este sentido, cierta irresponsabilidad de parte de los países de los que emigran estas personas, cuyos gobiernos han sido incapaces de mantener a su población en su territorio, de darles un proyecto sugestivo de vida en común, de darles un bienestar.
Por otra parte, el analista explica que los terroristas prefieren atentar en Europa o en EEUU porque a efectos propagandísticos les resulta más redituable. Aún así, el volumen de ataques es muy superior en Europa que en EEUU. Morales Delgado tiene una explicación para eso:
Se debe "fundamentalmente a la política abierta a la inmigración que está realizando la Unión Europea. EEUU tiene una política de inmigración bastante más cerrada y selectiva. Los países que aplican esa política como Polonia, EEUU o Rusia, tienen menos peligro de que entre esa masa de inmigrantes entren células infectadas: hay, tanto individuos como grupos, cuyo objetivo fundamental es realizar atentados".