"Que se investiguen [los presuntos actos de corrupción], no tengo ningún problema, en la instancia que corresponda, pero me parece que sería sumamente irresponsable que, a cinco meses de las elecciones, estemos al filo de la navaja jugando con la democracia y eso creo que no es admisible y no debemos permitirlo los peruanos", afirmó el jefe de Estado en rueda de prensa desde el departamento de Lambayeque (norte).
Asimismo, el mandatario denunció que existen sectores del Parlamento que lo quieren "fuera del Gobierno" a fin de que las "cosas no cambien", en alusión a las reformas que en materia política y judicial emprendió su administración.
A su vez, el primer ministro de Perú, Walter Martos, afirmó este mismo 3 de noviembre que se comunicó con el presidente del Congreso, Manuel Merino, para solicitar que el Legislativo adelante la votación sobre el nuevo pedido de destitución en contra de Vizcarra, a fin de sacar al país de la inestabilidad lo antes posible.
"Ayer [2 de noviembre] tomé contacto con el señor presidente del Congreso para pedirle que adelante esta decisión de la votación [del pedido de destitución] lo antes posible. Que sea lo antes posible porque no podemos tener al país con tal incertidumbre y a los ministros no dejándoles trabajar como corresponde, enfocándonos en los problemas principales del país", dijo el funcionario en rueda de prensa desde Lima.
Asimismo, Martos indicó que en estos días buscará reunirse con algunas bancadas con "espíritu democrático" para dialogar y evitar una crisis política "innecesaria" que afecta problemas graves que está enfrentando el país como la pandemia del COVID-19 y la reactivación económica tras la emergencia sanitaria.
El 2 de noviembre, el Parlamento aprobó un nuevo pedido de destitución contra el jefe de Estado por incapacidad moral al haber participado presuntamente en actos de corrupción en el caso Lava Jato.
Según testimonios ante la Fiscalía de algunos aspirantes a colaboradores eficaces, Vizcarra habría recibido 2,3 millones de soles (657.000 dólares) de parte de constructoras a cambio de la concesión de dos obras públicas cuando ejerció como gobernador del departamento de Moquegua (sur) entre los años 2011 y 2014.
Si el día de la votación el Parlamento, compuesto de 130 miembros, logra 87 votos a favor de la destitución, el jefe de Estado abandonará el cargo y asumirá en su lugar el titular del Congreso.