¿Esto es el fin de las relaciones tensas entre Legislativo y Ejecutivo?
Hay que recordar que el Congreso buscó destituir a Vizcarra apelando a la figura constitucional de "incapacidad moral", al ser acusado por la presunta participación en la contratación ilícita de un ciudadano en el Ministerio de Cultura.
El jefe de Estado denunció que el pedido de destitución era parte de un complot en su contra, planificado por sectores del Congreso que quieren tomar el poder para perpetuarse en él; posibilidad que cuadraría bien en un país que está ad portas de una elección general en la que, por primera vez, los parlamentarios no podrán ser reelegidos en sus cargos.
Lío para rato
En el pedido de destitución también entró en juego la oposición del Ejecutivo a proyectos de ley dados por el Legislativo para aliviar el embate económico de la crisis sanitaria, como aquellos que proponen el retiro del 100% de los fondos de las administradoras privadas de pensiones (AFP) o el retiro de los aportes del Sistema Nacional de Pensiones, de carácter público.
Alejandro Godoy es analista y politólogo. Dice para Sputnik que el enfrentamiento entre ambos poderes no ha terminado con el fallido intento de destitución, pues hay aún terrenos donde la disputa es dable.
"Yo creo que el enfrentamiento no ha terminado, creo que vamos a ver una serie de disputas en relación con diversos temas, en especial microeconómicos y sobre eso vamos a tener toda una serie de discusiones frente a medidas populistas del Congreso (...), dice Godoy, magíster en Ciencia Política por la Universidad Católica de Perú.
El especialista agrega que la elección de los miembros del Tribunal Constitucional (TC) "es otro terreno de disputa".
Como pocas veces en la historia de Perú, el TC ha jugado un papel clave en la política del país.
Ahora, para acceder al cargo de tribuno una persona tendrá que someterse a un concurso público basado en méritos y ser votado por los dos tercios del número total de parlamentarios.
Este cambio en las reglas ha hecho que sectores del Congreso quieran apurar la elección de los miembros del TC para tener una corte que dé luz verde a los discutibles proyectos que tiene, lo cual se prevé que enfrentará nuevamente al Ejecutivo con el Legislativo.
Por otro lado, el TC tiene pendiente resolver la demanda competencial que interpuso el Ejecutivo contra la destitución presidencial, y en este proceso la corte tendrá que fijar sentencia sobre un tema controversial: la causal de destitución por "incapacidad moral".
Hablemos de moral
La Constitución de Perú establece la muerte del jefe de Estado como una de las causales de su destitución; también la aceptación de su renuncia por el Congreso, su salida del territorio nacional sin permiso del parlamento, o no regresar a él dentro del plazo fijado, incurrir en traición a la patria, e impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales o municipales.
Además, figuran las causales de incapacidad física o moral. Godoy afirma que todas las causales son objetivables, salvo la de incapacidad moral, pues como se ha visto en el último pedido de destitución, al presidente se le quería sacar porque el Congreso creyó, dentro de su juicio subjetivo, que el presidente era inmoralmente incapaz, algo muy ambiguo, porque ¿cómo se determina la inmoralidad de una persona sino es a través de una consideración nacida de la arbitrariedad?
El doctor en Sociología, Fernando Tuesta, apuntó en su momento que la figura de la incapacidad moral se venía arrastrando desde la Constitución de 1839, tiempos en los cuales los problemas mentales eran considerados de naturaleza moral, por lo que los legisladores de esa época estaban aludiendo a la incapacidad mental del mandatario, algo que es objetivable.
Se trata de un asunto que anticipa nuevos roces entre Ejecutivo y Legislativo en tiempos de pandemia, donde las confrontaciones son un lujo que el país no se puede dar.