"No hay una prueba de las imputaciones [que le plantea el Congreso] y otra vez intentan desestabilizar, no al Gobierno, sino al país. Un proceso de vacancia [destitución] desestabiliza al país. Si vemos los resultados [económicos] de octubre que queremos mejorar en noviembre, ¿no es mejor que trabajemos juntos en beneficio de la población?", dijo el jefe de Estado durante un acto público en Lima (centro).
El primero fue en septiembre, cuando se debatió en el pleno si Vizcarra era sacado del cargo por presuntos actos de corrupción ligados a la contratación ilícita de un ciudadano peruano para que ejerza labores en el Ministerio de Cultura.
El pedido actual busca que el presidente sea destituido por incapacidad moral ante su presunta participación en actos de corrupción en el caso Lava Jato, cometidos cuando ejerció como gobernador del departamento de Moquegua (sur) entre los años 2011 y 2014.
La moción de destitución será debatida en el parlamento este 2 de noviembre, en donde se verá si reúne los votos necesarios para que suba al pleno para su debate y votación definitivas.
Al respecto, Vizcarra sostuvo que confía en que las "fuerzas democráticas" del Congreso no caerán en el juego de un sector que quiere "sembrar caos y desorden".