"El Gobierno de Alemania en lugar de establecer canales normales de interacción bilateral para averiguar las razones de lo sucedido y entablar un diálogo con nuestra Fiscalía General, prefirió lanzar una campaña acusando a Rusia sin presentar ninguna prueba y traspasarla a la OPAQ sin presentar ningún material; esto es lamentable", dijo Shulguín interviniendo en la 95 sesión del Consejo Ejecutivo de la OPAQ.
Según el alto funcionario, el objetivo de la campaña en torno a Navalni es "crear un pretexto artificial para imponer otro tramo de sanciones" contra Rusia.
Además, Shulguín destacó que Moscú no tiene nada que justificar con respecto al caso del activista ruso, sobre todo, ante los países que "afirman categóricamente y sin pruebas que Rusia es presuntamente responsable de envenenar a Navalni".
"Rusia no acepta una conversación basada en ultimátums y amenazas, estamos dispuestos a cooperar, pero sólo sobre una base de igualdad y respeto mutuo", concluyó el diplomático.
Moscú está asombrada por cómo se desarrolla la situación en torno al supuesto envenenamiento del opositor ruso Alexéi Navalni en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), declaró el representante permanente de Rusia ante el organismo, Alexandr Shulguín.
"Es especialmente sorprendente cómo se desarrolla la situación con el llamado envenenamiento del ciudadano ruso Alexéi Navalni en La Haya", dijo Shulguín en su discurso en la 95 sesión del Consejo Ejecutivo de la OPAQ publicado en Facebook.
El 22 de septiembre el opositor político Alexéi Navalni fue dado de alta del hospital universitario Charité, tras pasar allí 32 días, 24 de ellos en cuidados intensivos.
Navalni fue trasladado a Berlín tras haber pasado dos días en un hospital de Omsk, en Siberia, luego de que perdiera el conocimiento durante un vuelo de Tomsk a Moscú.
En el hospital de Omsk, Navalni fue inducido a un coma y tratado con atropina, fármaco que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, los médicos del hospital ruso afirmaron luego que no habían detectado rastros de toxinas en la sangre y la orina del paciente, cuya condición atribuyeron a un "trastorno metabólico".
Según los médicos de Charité, los síntomas de Navalni apuntaban al envenenamiento con un inhibidor de colinesterasa.
Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.