El primer escenario refiere la proscripción del Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales (2006-2019), cuya fórmula electoral encabeza el exministro de Economía Luis Arce. Este lunes 5 el Tribunal Supremo Electoral decidirá si anula su personería jurídica porque el candidato fue denunciado por difundir en julio datos de una encuesta.
El MAS responde que no fue una encuesta lo que reveló, sino un comentario acerca de que marchaba primero en la intención de votos de acuerdo con el informe de opinión pública.
"Si le estás quitando a más del 30% de la población la posibilidad del ejercicio de su derecho político, generaría también una convulsión social y a la vez la respuesta del régimen con una militarización", afirmó Villalba.
Y alertó que todo el proceso electoral, incluyendo la custodia de las papeletas, "se encuentra en manos del Ejército".
Primero siempre
Según encuesta de CELAG, Luis Arce se impone en las preferencias electorales con el 44,4% de los votos válidos, seguido del expresidente Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana (CC) que obtiene 34,0%. En tercer lugar se ubica Fernando Camacho y su alianza Creemos 15,2%.
"Si fueron capaces de promover un golpe y después naturalizarlo, también son capaces de manipular las elecciones y los resultados", denunció Villalba, director del Centro de Estudios Nuestro Americano Chávez Kirchner-Bolivia.
"A la posibilidad de un fraude grotesco y monumental se ha referido el candidato del MAS, porque en todas las encuestas lidera la intención de voto. Sería totalmente raro que de repente en la primera vuelta esté Carlos Mesa por delante", explicó el entrevistado.
Villalba aseguró que de confirmarse esta hipótesis habrá protesta social y represión.
Como afirmó el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, "incluso en declaraciones a la CNN, no le tiembla la mano para meter bala al pueblo boliviano".
Por esa compra es investigado penalmente por el supuesto pago de sobreprecios a la empresa brasileña Condor, nombre que paradójicamente se le dio a la coordinación represiva de opositores políticos por parte de las dictaduras sudamericanas en los años 1970 y 1980.
Reacciones de todos lados
El analista describió los otros dos escenarios posibles: uno vinculado al anterior pero con un estallido en sentido inverso.

Villalba mencionó entre estos a Resistencia Juvenil Cochala y la Unión Juvenil Cruceñista, definidos como "grupos violentos contrarios al MAS".
En el último escenario, consideró que el Gobierno transitorio "intentaría maquillar democráticamente a este proceso electoral, y a través de fraude y manipulaciones de porcentajes se pueda forzar a una segunda vuelta que sería catastrófica para el MAS".
"En esa segunda vuelta se unirían el bloque de Mesa y el de Camacho, retrotrayéndonos a la época de las grandes coaliciones cuando se juntaban entre tres o cuatro partidos y se repartían ministerios pero sin tener el control del Parlamento, lo que generará un desgobierno", sostuvo el experto.