"Los candidatos anti-MAS que quedan no se van a unir como ha pedido Áñez, por el contrario se van a disputar los pocos votos que ella pudo haber ganado", dijo a Sputnik el analista político y experto estadístico Gonzalo Balcázar.
Agobiada por desprestigio de su Gobierno y sin posibilidades de victoria, según las encuestas, Áñez anunció el 17 de octubre a última hora que se bajaba de la carrera electoral advirtiendo que la dispersión del voto conservador daría paso al retorno del MAS de Evo Morales, el presidente derrocado en 2019 tras 14 años en el poder.
"Si no nos unimos, vuelve Morales, (…) dejo de lado mi candidatura ante el riesgo que se debilite el voto democrático entre varios candidatos y a consecuencia de esa división el MAS acabe ganando la elección", dijo la presidenta transitoria.
Candidatos reacios
El retiro de Áñez se consumó al día siguiente de que la mayor encuesta divulgada hasta ahora en el actual proceso electoral, con casi 16.000 entrevistados, la relegara a un cuarto lugar con apenas la cuarta parte del candidato del MAS, Luis Arce, quien aparecía inclusive en puertas de una victoria en primera vuelta.
El expresidente neoliberal Carlos Mesa (2003-2005), segundo en las encuestas, descartó este 18 de septiembre la posibilidad de un acuerdo de colaboración electoral con la alianza Juntos que respaldaba a Áñez.
"No ha habido ninguna intención, ni la habrá, de negociación de nuestra parte con Juntos (…) Nuestro objetivo es ganar la elección en primera vuelta, en ningún caso partimos de que no hay posibilidad de construcción posible de una mayoría, con nuestra propuesta y nuestros candidatos", dijo en rueda de prensa.
El tercero en las encuestas, el exlíder cívico Luis Fernando Camacho que fue clave en el derrocamiento de Morales, criticó a Áñez y anunció que continuará su propia campaña, definiéndose como una opción ante "la vieja política", como definió a los demás candidatos.
El retiro de Áñez "no es un desprendimiento, es una derrota, se desplomó su candidatura desde que cedió, se arrodilló y pactó con el masismo", "la gente está cansada de la vieja política y de la corrupción, por eso le quitó apoyo a Jeanine Áñez. Su candidatura era artificial, sostenida por encuestas amañadas", dijo vía Twitter.
No es un desprendimiento, es una derrota. Se desplomó su candidatura desde que cedió, se arrodilló y pactó con el masismo.
— Luis Fernando Camacho (@LuisFerCamachoV) September 18, 2020
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El expresidente Jorge Quiroga (2001-2002) anunció que continuaba en campaña, pese a que las encuestas le proyectaban menos de 5% de votos, y denunció que la candidatura de Áñez había dañado a las fuerzas contrarias al MAS.
"Eso fortaleció al MAS, dañó la transición, erosionó la economía y manchó las Pititas [manifestantes anti-MAS]", añadió.
Fuentes del TSE dijeron que ese organismo no había recibido, hasta el mediodía del 18 de septiembre, una comunicación oficial de la renuncia de Áñez a su candidatura.