Tras el fin de la vigencia del estado de alarma el pasado 21 de junio, el país intenta retomar la actividad dentro de la llamada nueva normalidad. Recién comenzada la estación de verano, la temporada vacacional por excelencia en España diferirá en varios aspectos de todo lo que hasta ahora se conocía para el periodo estival.
Las cifras no dejan lugar a dudas; menos vacacionistas y preferencia abrumadora por el turismo interno. Esta expresión de la nueva normalidad se ve igualmente acompañada de las encarecidas recomendaciones profilácticas del Ministerio de Sanidad, que insiste en recordar que el virus todavía "no se ha marchado". De ahí que las autoridades sanitarias sigan insistiendo en lo que denominan regla DI-MA-MÁ, especie de acrónimo que designa la obligación de guardar la distancia de seguridad, el uso de mascarilla y el lavado regular de las manos.
Hoy nuestro país comienza la nueva normalidad, pero recuerda que esto no significa que el virus se haya marchado. Seguimos con la regla DI-MA-MÁ= distancia+mascarilla+manos.
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) June 21, 2020
🚶♀️🚶Seguir avanzando es tarea de tod@s. #NoLoTiresPorLaBorda pic.twitter.com/P37NhzpRrX
El mensaje trata de fomentar la recuperación de las actividades cotidianas dentro de un marco donde impere la profilaxis y el civismo. Al respecto de las vacaciones de verano, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, declaró en rueda de prensa ante los medios el 18 de junio:
"No tenemos que vivir angustiados. Las cosas van bien, pero podremos mantener esa calma si seguimos las medidas de control de la transmisión para que el riesgo residual no se convierta en una una onda epidémica".
A la playa por turnos
Hasta un 52,6% de los españoles tiene previsto desplazarse a la costa, según el CIS. Los diferentes municipios costeros han establecido una serie de reglas para garantizar que las playas no se masifiquen. En principio, empleados municipales vigilarán que no se sobrepasen los aforos limitados.
Preferencias en el transporte
Todas las empresas de transporte consignan el uso obligatorio de mascarilla para acceder a sus vehículos, donde ya no hay límite de plazas y los asientos son contiguos. De esta circunstancia, la de compartir un espacio cerrado con otras personas, también da cuenta el CIS, que refleja un recelo.
Por lo que respecta al transporte aéreo, aquellos viajeros que se desplacen al extranjero se someterán a tres controles primarios cuando aterricen en España: un control de temperatura, otro visual, y la cumplimentación de una ficha con los datos de su paradero e información sobre si se ha padecido COVID-19. Algunas regiones, como Madrid o Canarias, estiman las medidas insuficientes y han solicitado al Ministerio de Sanidad instaurar la realización de pruebas de diagnóstico PCR en origen y destino.
🛫@salvadorilla ha recordado que a partir del domingo los viajeros deberán:
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) June 20, 2020
➡️rellenar el Passenger Location Card que incluye datos de localización de la persona e información sobre si ha pasado el #COVID19
➡️un control de temperatura
➡️un control visual pic.twitter.com/X2wMx8vRuR
Segundas residencias y 'madrileñofobia'
La mayoría de los españoles pasarán sus vacaciones en sus segundas viviendas. Así lo estima el 27,8% de los encuestados por el CIS, frente al 26,3% que tiene previsto hacerlo en un establecimiento hotelero.
De resultas, varios hospitales comarcales de la zona levantina quedaron rápidamente colapsados, habida cuenta de la afluencia extra de pacientes provenientes de Madrid y el País Vasco. El caso de un anciano madrileño de 88 años que viajó en tren hasta Murcia infectado de coronavirus, caldeó los ánimos. En la localidad gaditana de Tarifa, incluso se instalaron barricadas en los accesos a la ciudad para evitar "la entrada de madrileños".
Y ahora, con la posibilidad de desplazarse a otras comunidades autónomas, son frecuentes los casos de madrileños que siguen experimentando el rechazo. Sucede en el Levante, en Galicia e incluso en pueblos de la provincia de Zamora. Como en Sanabria, donde un habitante capitalino no ha podido acceder a su vivienda en esa localidad tras comprobar que las cerraduras estaban obstruidas con silicona. En otras comunidades, como Asturias, cifran en unos 300 millones de euros el coste de espantar a los turistas madrileños, habida cuenta de que el turismo extranjero será casi testimonial.
No sé si tendremos rebrote pero en Madrid el rebote no nos lo quita nadie. #Madrilenofobia pic.twitter.com/VdZRnusQG5
— Alf Onso (@AlfonTW) June 20, 2020
Reapertura de cines
¿Y cómo puede esparcirse la masa que prefiere no viajar a ningún sitio en verano con motivo de minimizar el riesgo de infección a toda costa? Algunas opciones lúdicas vuelven a ponerse en funcionamiento, como es el caso de los cines.
El 26 de junio reabren en España las salas de cine. Algunos ya lo habían hecho antes, como los autocines al aire libre. Como si se tratara de una película de suspense, un halo de nerviosismo, intriga y hasta miedo rodea a la noticia. El sector muestra mucha preocupación, dada la incertidumbre a varios niveles que impregna la reapertura de las salas de exhibición en la mayor parte del país. Para celebrar la vuelta del séptimo arte al gran público, muchos cines del país han programado proyectar la inolvidable obra de Giuseppe Tornatore Cinema Paradiso, un homenaje al cine en sí misma.
#CINEMAPARADISO
— CINEMA ADICCION (@sestivill) June 26, 2020
SE PODRÁ VER EN 150 CINES
A PARTIR DE ESTE VIERNES 26 DE JUNIO
Con esta propuesta de programación @acontrafilms
quiere celebrar la reapertura de la gran mayoría de las salas de cine
de nuestro país.#yoVoyAlCine pic.twitter.com/WxENdBjhei
El mundillo subraya la seguridad que ofrecen los protocolos establecidos de acceso a los locales, con aforo limitado, dispensadores de gel hidroalcohólico y desinfección de las salas tras cada pase. Pero la oferta es escasa, casi tanta como las expectativas de recuperación de este sector de la cultura en España.
Cada comunidad autónoma fija los límites de los aforos. En Cataluña se marca un metro y medio de distancia entre espectadores, Madrid y País Vasco limitan los aforos al 60%, y comunidades como la balear, la valenciana o la gallega lo estiran hasta el 75%. En suma, un verano con restricciones y aforos en función del progreso de la pandemia no garantiza la recuperación de un sector que ya cifra sus pérdidas en 200 millones de euros y que, si todo va bien, calcula alcanzar los niveles de asistencia de 2019 solo entre septiembre y fines de 2020.