La capacidad que tengan los Gobiernos de ambos países en controlar la pandemia va a influir en gran medida en la vida del planeta y de nuestro continente. De ahí que me parece prematuro esbozar un punto de vista acabado sobre las perspectivas que se vislumbran en el futuro cercano y un poco más allá. No obstante, varios lectores me han escrito para decirme que intente una suerte de análisis simple de variables que permita hacer una proyección de la situación creada por la COVID-19 y sus consecuencias.
Tal vez lo primero que habría que decir es que entre los bloques de poder mundial el que saldrá menos golpeado de la pandemia será China. Si hacemos un símil con el fin de la Segunda Guerra Mundial, de la que Estados Unidos emergió en las mejores condiciones económicas tras no haber sido golpeado por el conflicto, podríamos proyectar que ahora China tendrá una capacidad análoga de superar las consecuencias de la crisis e incluso seguir desarrollando un Plan Marshall, que ya estaba en pleno funcionamiento antes de que apareciera el primer caso de COVID-19, me refiero a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda.
✍ 𝗙𝗜𝗥𝗠𝗔𝗦: Por Patricia Lee Wynne
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) May 19, 2020
Del feudalismo al renacimiento tras la peste negra. Tras el COVID-19 ¿dejaremos atrás al agotado capitalismo y migraremos a un nuevo modelo más equitativo? 👇https://t.co/cnkmNSc95f
Si nos atenemos a que ya en abril la exportación de bienes desde China comenzó su recuperación al tener un crecimiento del 8,2% interanual en comparación con la caída de 11,4% en el primer trimestre, se podría mirar el futuro con esperanza si se acepta que estas cifras son expresión de la "fuerte resistencia de la economía china y la sólida demanda externa de productos fabricados en China", como apuntó Zhuang Rui, vicepresidenta del Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Comercio y Economía Internacional de Pekín.
Hay que resaltar que el comercio de China con la totalidad de los países de la Franja y la Ruta creció un 0,9% para llegar a casi 385.000 millones de dólares, ocupando un 30,4% total del comercio internacional y alcanzando un crecimiento interanual de 1,7%.
En cuanto a las importaciones y exportaciones de bienes de China con la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, se redujeron durante el período, según los datos de la administración. Sin embargo, el transporte de carga hacia la Unión Europea por vía férrea se ha transformado en un sustituto vital tras la paralización de una parte importante del transporte aéreo. De enero a abril, un total de 2.920 trenes de carga realizaron el recorrido China-Europa, es decir, un 24% más respecto del mismo período en 2019, haciendo crecer en un 27% interanual este tipo de carga.
Como apunta el analista español Xulio Ríos, "parece improbable que China alcance algunos objetivos del XIII Plan Quinquenal, en concreto, la duplicación del PIB y del PIB per cápita en este año con respecto a los niveles de 2010. Menos dudas ofrece el objetivo de erradicación total de la pobreza extrema y la sociedad modestamente acomodada, dos prioridades que el Partido Comunista de China estableció de cara a su primer centenario a celebrarse en 2021" y que se mantienen como logros a obtener durante este año.
Ese día la caída en el nivel de empleo llegó a 20,5 millones de personas. Este es el mayor colapso mensual en la historia. No solo eso, sino que también superó el récord previo más de 10 veces. La tasa de desempleo oficial aumentó de menos de 4% a 14,7%, mucho más que cualquier índice desde la Gran Depresión de 1929.
Estas cifras no consideran a los millones que perdieron sus empleos durante las últimas tres semanas, que hace que alrededor de 33,5 millones de ciudadanos hayan solicitado beneficios por desempleo desde el comienzo de la cuarentena hace un poco más de dos meses atrás. Según el informe: "6,4 millones de trabajadores más dejaron la fuerza laboral en su conjunto y no se muestran como desempleados, llevando la tasa de participación laboral a su nivel más bajo desde 1973. Otros 11 millones de trabajadores reportaron estar trabajando a tiempo parcial porque no encontraron un empleo a tiempo completo, un aumento de 7 millones desde antes de la pandemia". Esto lleva a afirmar que aproximadamente una tercera parte de la fuerza laboral se encuentra sin trabajo. Muy difícil que el America First, propuesto por Trump, pueda ser cumplido por mucho que se siga activando la maquinita de hacer dinero.
Ni la Administración republicana ni la oposición demócrata parecen tener idea de cómo manejar el asunto más allá de una retórica que solo apunta a ganar votos en las próximas elecciones. No hay propuestas de corto plazo para recuperar le economía. Trump ha dicho que no tiene prisa para aprobar una ley que proporcione instrumentos para avanzar en ese sentido y su principal asesor económico, Larry Kudlow, apuntó que las conversaciones sobre más medidas de "estímulo" están "en una tregua ahora mismo".
Pero una situación más patética aún, es la que ofrece la Unión Europea. En la reciente cumbre virtual realizada el pasado 6 de mayo con participación de los jefes de Estado y Gobierno de sus 27 miembros, no se transmitieron buenas noticias. Además de hacer patente su desesperación por sentirse secuestrados por Estados Unidos y la OTAN y sabiendo que en caso de una hipotética contienda nuclear con Rusia no tienen ninguna opción de victoria, los gobernantes europeos no ofrecen comprensibles respuestas frente a la obsesión estadounidense de llevar al Viejo Continente a una confrontación innecesaria y absurda con Moscú.
Europa hoy esta llena de divisiones, no sólo por la salida de Reino Unido, sino también por las diferencias entre países deudores y acreedores que es lo mismo que decir entre aquellos que imponen las normas y los que las acatan. Esto se hizo patente con el reciente fallo del Tribunal Constitucional de Alemania que declaró inconstitucional el programa de compra de bonos de deuda del Banco Central Europeo generando una explosión en los cimientos de la alianza con sede en Bruselas.
🇪🇺 George Soros advierte a la Unión Europea de que una mala política de Bruselas hacia los países más endeudados puede ser fatal para la organización
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) May 22, 2020
👉 https://t.co/l8W7tK22Kr
#⃣ @georgesoros #Coronavirus
En una encuesta realizada por el periódico español La Vanguardia se señala que el 88,35% de los participantes opinaron que ha habido falta de solidaridad en la Unión Europea para el manejo de la pandemia. Asimismo, el 94,87% cree que la COVID-19 hará más daño a la Unión Europea que el Brexit. Ambas cifras son clara expresión del estado de ánimo de un conglomerado que parece desvanecerse.
Vale recordar las dramáticas declaraciones del presidente serbio, Aleksandar Vucic, quien elogiara la cooperación de China sosteniendo que "la solidaridad europea no existe". En fecha tan temprana como marzo, Vucic dijo: "le hemos pedido todo a China. Hemos pedido a China hasta que nos envíen médicos". Al referirse al presidente de la nación asiática confesó que confiaba en "mi hermano y amigo Xi y confío en la ayuda china".
El mencionado editorial de Le Monde enuncia que la Europa abandonada por Estados Unidos, codiciada por China y fría con Rusia "todavía cree en el multilateralismo", pero advierte que si quiere ejercer alguna influencia en el orden mundial de un futuro pospandemia "debe comenzar organizando su propia reconstrucción económica, en solidaridad y decididamente".
En referencia al orden mundial que emergerá del control de la COVID-19, que es el origen de la inquietud de los lectores que me escribieron motivando este artículo, vale la pena también analizar la opinión del periódico francés, vocero de las élites de ese país que afirma que ante la crisis global producida por la pandemia y las transformaciones geopolíticas que esta produce, Estados Unidos ha perdido su papel de liderazgo mundial.
En el mencionado editorial se afirma que el orden internacional existente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial era débil incluso antes del inicio de la pandemia y que el mismo "ya no se adapta a la realidad del equilibrio de poder del siglo XXI".
De igual manera, Le Monde establece que esta crisis también enseña que Estados Unidos ya no puede ejercer el papel de liderazgo global que se había auto asignado en el siglo XX.
Como dije al comienzo, este panorama puede aportar algunas pistas de hacia dónde se orienta el mundo en el futuro de la pospandemia. Cada quien debe sacar sus propias conclusiones