El autocine Drive-in de Denia en Alicante, uno de los tres que opera en la Comunidad Valenciana y el más antiguo de España, abre de nuevo al público tras pasar todos los protocolos de seguridad. España continua con sus fases de desescalada por provincias y a pesar de que la Comunidad Valenciana ha sido una de las que más tiempo ha permanecido en la fase 0 de la desescalada, Denia y otros nueve departamentos de salud valencianos pudieron pasar a la fase 1.
"Viendo las diferentes opciones de desescalada que se presentaban en España, vimos tres puntos en los que podía encajar nuestro negocio. Preparamos un plan de protocolo y organización del local, se lo comunicamos a la Policía Nacional, al Ayuntamiento y a la delegación de Sanidad comarcal y nadie puso ninguna pega".
Desde su apertura el 14 de mayo los clientes llenan el área de estacionamiento, especialmente los viernes y los sábados aunque tal y como declara Miralles "se nota esa pequeña falta del otro lado de la línea", pues su ubicación se encuentra a escasos 50 metros del límite de provincia con Valencia, donde se está experimentando un proceso más lento en la desescalada.
Carles Miralles fundó el autocine en 1979 a su regreso de París donde trabajaba para una familia de productores cineastas con la idea de mantenerlo "unos cuantos años", lo que al final se convirtió en un proyecto para toda la vida. Desde entonces, han sobrevivido durante más de cuatro décadas y a épocas de crisis como la digitalización, pero ninguna como la vivida por el coronavirus. "Ha sido la primera vez que hemos cerrado. Se nos hizo muy raro y desconcertante tener que cerrar", comenta su hijo también llamado Carles, quien ahora es el gerente del autocine.
No obstante, una vez abierto, su negocio también ha debido tomar ciertas medidas de precaución: se cerró la barra, se instalaron mamparas y se habilitó una ventanilla para entregar los pedidos de restauración. La terraza estuvo abierta, pero con limitación de aforo.
No obstante, cuando entren en la fase 2 podrán entrar hasta 400 espectadores, lo cual se estima para el 1 de junio tal y como ha hecho público recientemente la consellera de Sanidad, Ana Barceló, quien ha condicionado la petición al comportamiento del virus durante los próximos siete días.
Mientras tanto, las salas de cine convencionales lo tienen un poco más difícil y permanecen cerradas; no podrán reabrir hasta que el territorio en el que se encuentren esté en fase 2. A pesar de ello, Miralles considera que han estado en cierto aspecto desatendidos durante el estado de alarma porque no existe una legislación sobre la industria del autocine: "Nadie se ha acordado de nosotros. Yo intenté contactar a niveles políticos de la Generalitat para explicarles que en cuanto se dieran las condiciones mínimas para que la gente pudiera circular con su coche, los autocines podríamos abrir y no conseguí llegar a nadie. Y en ningún sitio se especifica las normas para los autocines, solo somos seis en toda España y nadie se pone a legislar sobre nosotros. Simplemente nos adaptamos a las normas como cualquier otro".
Por cinco euros y sin pagar el coche —antes la oferta era de 6,50 por persona más tres euros por el vehículo— se puede disfrutar de una sesión doble. Actualmente en cartelera tienen clásicos como Los Goonies y Gremlins, títulos que además han elegido los propios clientes: "Cuando vimos que ya había la posibilidad de abrir, tuvimos claro que no habría películas de estreno y decidimos proponerlo en Facebook. La gente empezó a poner títulos y de esa selección elegimos teniendo en cuenta los propietarios de los derechos".
A pesar de todo, las expectativas de futuro de Miralles tras el coronavirus parecen tener un tono optimista para su negocio:
"Al fin y al cabo, las personas necesitamos ocio y el ocio que te ofrece el autocine es además peculiar porque te da la libertad de estar al aire libre, tener la independencia de estar en tu propio coche con quien quieras y ponerte el volumen a tu propio gusto porque va sintonizado por la radio", confiesa el gerente del autocine. "Al final es como cuando vas a un restaurante; la gente sigue saliendo a comer fuera, aunque puedan cocinarse en su propia casa".