La Comunidad de Madrid trabaja junto al Ayuntamiento de Majadahonda para poner en marcha la tercera morgue de emergencia para acoger fallecidos por el coronavirus (COVID-19).
Se trata por tanto de la tercera morgue temporal de la comunidad después de que se abrieran la de Ciudad de la Justicia, con capacidad para 230 cadáveres, y la del Palacio de Hielo de Madrid, donde se han llegado a albergar más de 400.
Como en todos estos casos anteriores, se trata de facilitar la labor de los servicios funerarios, mitigar el dolor de las familias y la situación de los hospitales de la región.
De acuerdo con informes técnicos filtrados a la prensa, las autoridades regionales consideran que las pistas de hielo son especialmente idóneas para recibir a los féretros porque permiten las condiciones de frío necesarias para un correcto mantenimiento de los cadáveres.
La primera apertura de estas morgues se produjo en un contexto de urgencia, ya que fueron habilitadas en un momento en el que las funerarias municipales se encontraban totalmente paralizadas por la falta de material de protección necesario para que sus trabajadores pudieran manejar los cuerpos.
Aunque los servicios funerarios se encuentran trabajando, las ceremonias para despedir a los fallecidos están muy limitadas, ya que el Gobierno prohibió la celebración de velatorios y solo permite que tres personas estén presentes cuando se entierra o incinera al cadáver.