Una de las etapas más dolorosas que han tenido que vivir las familias que han perdido a sus seres queridos por el coronavirus es que no han podido acompañarlos en sus últimos momentos ni tampoco darles un último adiós. Desde este 30 de marzo se prohibieron todas las ceremonias funerales en el país y se estableció que máximo tres personas podrían acompañar a un fallecido durante su entierro.
Para hablar sobre la situación que atraviesan las funerarias, Sputnik conversa con Alfredo Gosálvez, Secretario General de Asociación Nacional de Empresas de Servicios Funerarios de España (Panasef).
—¿Cuál es la situación que se esta viviendo en las funerarias de España desde que empezó esta crisis sanitaria por el coronavirus?
—Es un reto sin precedentes. Estamos viviendo un momento histórico. Yo creo que todo lo que nos ha tocado vivir saldrá en los libros de historia.
Desde la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Funerarios de España lo que ahora mismo nos preocupa no es tanto el manejo de los cadáveres, porque entendemos que los protocolos que han dictado las autoridades son suficientemente seguros. Lo que nos preocupa es preservar a las familias y a nuestro personal funerario del entorno del fallecido para impedir la generación de nuevos focos de contagios. Esto es nuestra principal prioridad.
—¿Cómo han cambiado las ceremonias funerarias con la llegada del coronavirus a España?
—Este virus nos ha cambiado la forma de vivir, de relacionarnos y de morir. Antes, en las ceremonias de España velábamos a los fallecidos en unas salas que llamamos tanatorios y esto se prohibió desde hace semanas.
—¿Es cierto que se están realizando ceremonias funerarias vía streaming?
—Sí, alguna empresa está ofreciendo este servicio, pero sin ir muy lejos, también hay muchas familias que están transmitiendo las ceremonias funerales a través de sus celulares. En estos días salía por la televisión una familia que grababa con sus teléfonos un funeral y los periodistas que estaban en el cementerio le preguntaron ¿por qué están grabando? y ellos explicaban que no estaban grabando, sino retransmitiendo la ceremonia para que el resto de familiares, desde sus casas, pudieran acompañarles.
—Al dolor de perder a un familiar se suma el dolor de no poder despedirlo ¿Cómo le ha afectado a las familias esta situación?
—Las familias, de verdad, que están teniendo una comprensión de la situación y del problema muy grande, incluso más allá de lo razonable. Todo el mundo se está comportando excepcionalmente bien, siendo muy comprensivos ante una situación tan difícil como es no poder despedirte de un ser querido. Hace poco el hijo del presidente del Real Madrid contaba que el último día que vio a su padre fue cuando ingresó en el hospital, luego murió y días después fue que recibió en su casa las cenizas. Muy doloroso.
—¿La cantidad de fallecidos que ustedes atienden coincide con las cifras de víctimas mortales que están dando las autoridades?
—Es verdad que los números pueden ser un poco mayores porque hay muchos casos que no están confirmados, que no se les ha podido hacer una prueba y que no están confirmados.
—¿Qué protocolos están siguiendo ustedes para proteger a los trabajadores funerarios para que no sean contagiados y también para contenerlos emocionalmente?
—Por un lado estamos procurando que todas las empresas cuenten con los Equipos de Protección Individual (EPI) suficientes para tratar a los fallecidos y no resulten contagiados, es decir, que trabajen con mascarillas, guantes y todo el equipo necesario.

—¿Se están trasladando cuerpos de Madrid a funerarias de otras regiones?
—Todo el sector está poniendo a disposición de esta pandemia todas las infraestructuras y medios de los que disponemos a escala nacional. En España hay más de 2.500 instalaciones funerarias, con más de 7.000 salas de vela, con más de 450 hornos crematorios, entonces es cierto que en algunas ciudades cercanas a Madrid, en aquellos hornos y recursos que están disponibles se están destinando a paliar ese repunte de actividad que hay en localidades como Madrid o Barcelona.
—¿Qué piensa de las dos morgues que se han desplegado en el Palacio de Hielo y en la Ciudad de la Justicia en Madrid para acoger a los fallecidos con coronavirus?
—No ha habido un plan de coordinación, ni siquiera han contado con los funerarios para montar esas morgues, que además no están funcionando al 100% ni mucho menos.
—Pero han permitido aligerar la carga.
—Cualquier medida que vaya encaminada a atender este repunte de la actividad está bien, pero es verdad que nos ha faltado un plan y una coordinación mucho más estrecha.
—Desde el ministerio de Consumo se ha denunciado que algunas funerarias en España han aprovechado la pandemia del coronavirus para especular con el precio de sus servicios y por esa razón se prohibió el incremento de precios funerarios en medio de esta emergencia. ¿Eso es así? ¿Qué responden ustedes?
—Es cierto que aparecieron dos noticias de una funeraria en Madrid y otra en Barcelona que, al parecer, tenía alguna malinterpretación en las facturas, pero las declaraciones del ministro son inexactas y no contrastadas. Esto no es verdad.