Estas medidas se anunciaron al final de una reunión extraordinaria del Gobierno, mientras miles de manifestantes seguían pidiendo "la caída del régimen".
"Les di tiempo a los socios en el Gobierno para implementar un mínimo de medidas esenciales y necesarias", afirmó Hariri en una conferencia de prensa, unas horas antes de que expirara un ultimátum de 72 horas que dio el 18 de octubre a sus socios de Gobierno para que aprobaran las reformas.
El primer ministro también anunció un recorte del 50% en los salarios del presidente y los expresidentes, ministros y parlamentarios, así como nuevos impuestos a los bancos. También eliminó el Ministerio de Información y otros organismos que consideró "no necesarios" y que se llevan una parte del presupuesto estatal.
Hariri aseguró que se elaborarán nuevas leyes antes de final de año para "recuperar los fondos saqueados del Líbano" y establecer una autoridad que luche contra la corrupción, entre otras medidas.
El jefe del Gobierno libanés indicó que apoya la petición de los manifestantes de que se celebren elecciones anticipadas.
"Se escucha su voz, y si exigen comicios anticipados (...) Yo, Saad Hariri, estoy personalmente con vosotros", declaró. Las últimas elecciones legislativas tuvieron lugar en mayo de 2018.
La comparecencia de Hariri se retransmitió en directo en el centro de Beirut, ante miles de manifestantes que seguían gritando "¡Revolución, revolución!" y "la gente quiere la caída del régimen".
"Vosotros sois la brújula, sois los que habéis hecho moverse al Consejo de Ministros", señaló el primer ministro, que elogió al movimiento de protesta por "haber roto todas las barreras, haber movido a todos los partidos y líderes".
Cientos de miles de libaneses se han manifestado en diversas ciudades del país durante cinco días consecutivos en las protestas más importantes que se han producido en los últimos años en el Líbano, un país que sufrió una guerra civil de 15 años (1975-1990).